rmrelojes
Mr. Tiranio
Sin verificar
Antiguos Moderadores
Iba yo esta tarde en mi coche, buena música, tan feliz y tal -vaya- a cortarme el pelo - que no tengo yo cojones de dejarme el pelo largo, pero esto es otro tema- cuando por el bulevar en el que circulaba he visto, ni cerca ni lejos, un par de piernas rematadas en unos tacones. Unos tacones largos de la leche y unas medias negras a juego. Por que unos tacones y unas piernas como esas solo podían llevar -como llevaban- unas medias negras a juego.
Total -Romerales al lio- que he disfrutado unos cuantos segundos de tanto arte en movimiento... por que la humana -que sabía que la mirábamos más de uno y más de dos- caminaba con desden, con mala hostia, como se anda con esos tacones y esas piernas.
Al llegar al paso de cebra, hemos coincidido, y como a estas alturas de la película uno ya se atreve con todo, he bajado la ventanila y sin temor a lo políticamente correcto -y con Lucciano de compañero- le he comentado que habría que multarla por escándalo público, por guapa y por ser un pecado mortal en potencia.
No sé si es que tengo la voz bonita -que la tengo, que me lo decía mi abuela- que llevaba hoy el traje bueno y la corbata a medio pelo... pero no me ha mentado a mi padre. He pensado que era un éxito. Ha pasado por delante de mí en el paso de cebra -recreandose en la suerte la muy pérfida- y cuando ya la daba por perdida a lo lejos y sin importarle la mugre que mi coche atesora...ha tocado en la ventanilla del acompañante.
Hasta Lucciano a flaqueado en lo mejor del Aria... me ha mirado, por la ventanilla y me ha hecho el gesto de que la bajara... Y la he bajado -a ver que coño voy a hacer, no?- y la humana, con un mohin gracioso me ha tirado un beso y me ha dicho ¡Gracias salao! y aún con la o entonada se ha dado la vuelta y solo he podido confirmar que la humana en cuestión estaba tremenda por todos los lados.
Yo sé que tampoco es para tanto... pero en la peluquería no he abierto la boca, no sea que me tomasen por más gilipoyas de lo habitual. Peor mientras el peluquero -muy majo él- me comentaba que cada día hay más canas... yo solo pensaba en que ese eso me había sabido a gloria.
En fín, que a ustedes vosotros os importará -digo yo- una mierda la cuestión. Pero así lo he vivido y así se lo he contado.
Y es que todavía hay motivos para ser feliz en este mundo cochino y piojoso... joder que beso!
Un descafeinado?
Total -Romerales al lio- que he disfrutado unos cuantos segundos de tanto arte en movimiento... por que la humana -que sabía que la mirábamos más de uno y más de dos- caminaba con desden, con mala hostia, como se anda con esos tacones y esas piernas.
Al llegar al paso de cebra, hemos coincidido, y como a estas alturas de la película uno ya se atreve con todo, he bajado la ventanila y sin temor a lo políticamente correcto -y con Lucciano de compañero- le he comentado que habría que multarla por escándalo público, por guapa y por ser un pecado mortal en potencia.
No sé si es que tengo la voz bonita -que la tengo, que me lo decía mi abuela- que llevaba hoy el traje bueno y la corbata a medio pelo... pero no me ha mentado a mi padre. He pensado que era un éxito. Ha pasado por delante de mí en el paso de cebra -recreandose en la suerte la muy pérfida- y cuando ya la daba por perdida a lo lejos y sin importarle la mugre que mi coche atesora...ha tocado en la ventanilla del acompañante.
Hasta Lucciano a flaqueado en lo mejor del Aria... me ha mirado, por la ventanilla y me ha hecho el gesto de que la bajara... Y la he bajado -a ver que coño voy a hacer, no?- y la humana, con un mohin gracioso me ha tirado un beso y me ha dicho ¡Gracias salao! y aún con la o entonada se ha dado la vuelta y solo he podido confirmar que la humana en cuestión estaba tremenda por todos los lados.
Yo sé que tampoco es para tanto... pero en la peluquería no he abierto la boca, no sea que me tomasen por más gilipoyas de lo habitual. Peor mientras el peluquero -muy majo él- me comentaba que cada día hay más canas... yo solo pensaba en que ese eso me había sabido a gloria.
En fín, que a ustedes vosotros os importará -digo yo- una mierda la cuestión. Pero así lo he vivido y así se lo he contado.
Y es que todavía hay motivos para ser feliz en este mundo cochino y piojoso... joder que beso!
Un descafeinado?