Como expongo en mi post, la libertad de expresión en este país es como la ley del embudo, muy ancha para según que cosas (o según que ideales, no vaya a ser que alguien se piense que somos de tal rama política...) y muy estrecha para otras (verbi gratia, para criticar a la propia justícia).
No creo que podamos jactarnos, ni de lejos, de tener una justicia "justa" (valga la redundancia).
Ahora, una justicia con jueces estrella, que acepta cualquier caso y cualquier cosa mientras a los ciudadanos con juicios pendientes les pueden ir dando, que es la institución peor valorada (junto con el conjunto de los políticos, que ya es decir), que beneficia al malhechor y deja indefenso al agredido, que permite a los criminales vivir a cuerpo de rey dentro (el poco tiempo que permanecen) y fuera de la cárcel, que nos brinda condenas absurdas, reincidentes paseando impunemente, asesinos que pasan en la carcel un año por muerto, que deja escapar a criminales confesos por errores pueriles, etc. etc.... Eso sí que tenemos.
Me siento muy tranquilo y seguro sabiendo que, por lo menos, puedo decir cualquier cosa de cualquiera, porque tengo muchísima libertad de expresión. Bueno, de cualquiera no. A los jueces ni mentarlos, que son muy suyos.
Lo dicho...