Bernardi
Forer@ Senior
Sin verificar
Pues eso, hoy después de comer, estábamos mi pareja y yo viendo la tele en una salita del piso de arriba cuando oímos un "¡PUM!". Nos quedamos los dos un poco así , pensando que sería un portazo de alguna corriente (aunque sonó más fuerte que el típico portazo), y de repente, otra vez "¡PUM!".
Me levanto del sofá y empiezo a bajar las escaleras, sin mucha prisa, pensando que se habría caído una paloma o un bicho chimenea abajo y estaba dando golpes para salir (ya nos había pasado en otra ocasión), aunque estaba ya bastante mosca porque sonaba mucho más fuerte que lo esperable en un caso así. Y mientras voy bajando, la tercera vez, "¡PUMMM, PLASS!". Empiezo a decir en voz alta "¿Pero qué coño...?", cuando justo en ese momento llego al último rellano, que está abierto sobre el salón, y veo a un tío dándose la vuelta como un rayo (supongo que sorprendido al toparse conmigo) y saliendo a toda pastilla por la puerta del ventanal que da al jardín (puerta que había abierto a patadas, y que eran el ruido que habíamos oído).
Salgo corriendo detrás de él, doy la vuelta a la casa y lo veo saltando la verja por una esquina como un gato y escapando carretera abajo. Por un momento pienso en coger el coche y perseguirlo, pero me doy cuenta de que, entre abrir la puerta del garaje, montarme y salir, el tío ya estaría en el pueblo de al lado o metido por cualquier camino de la zona, así que lo dejo estar.
Vuelvo, le cuento el percal a mi pareja (que ha bajado detrás de mí pero no ha llegado a ver nada), compruebo que no hay apenas daños (los pestillos de puerta del jardín un poco doblados), no ha tenido tiempo de coger ninguna cosa (una lástima, porque hay alguna figurita de ésas de porcelana que acostumbran a regalar las suegras que no me hubiera dado ninguna pena perder de vista ).
Llamamos a la GC, vienen, les doy una descripción muy aproximada (no creo que llegara a verlo más de tres segundos en total), dan aviso por la radio, me piden el DNI a mí, echan un vistazo, les cuento que no se ha llevado nada y que prácticamente no hay nada roto, etc. etc. Nos han dicho que ahora no nos agobiemos, que son gente que nunca se suele enfrentar y no entran cuando saben que hay gente en casa (éste "debía ser un poco torpe"), y que van a controlar la zona durante unos días para ver si los pillan (ya van varios robos en los últimos meses, pero es la primera noticia que tengo); que también al ver la vigilancia igual "se van a otro sitio".
Yo que pensaba que vivía en un lugar bastante "tranquilo" y resulta que no: vivo en Tijuana (o en su barrio de al lado) y no me había enterado. Lo peor de todo es que ahora me voy a volver paranoico cada vez que tengamos que salir y dejar la casa sola. Total, por mucha alarma que tengas, estos tipos no necesitan más de diez minutos y revolviendo para encontrar algo te pueden hacer un destrozo que no veas. En fin, vaya día...
Me levanto del sofá y empiezo a bajar las escaleras, sin mucha prisa, pensando que se habría caído una paloma o un bicho chimenea abajo y estaba dando golpes para salir (ya nos había pasado en otra ocasión), aunque estaba ya bastante mosca porque sonaba mucho más fuerte que lo esperable en un caso así. Y mientras voy bajando, la tercera vez, "¡PUMMM, PLASS!". Empiezo a decir en voz alta "¿Pero qué coño...?", cuando justo en ese momento llego al último rellano, que está abierto sobre el salón, y veo a un tío dándose la vuelta como un rayo (supongo que sorprendido al toparse conmigo) y saliendo a toda pastilla por la puerta del ventanal que da al jardín (puerta que había abierto a patadas, y que eran el ruido que habíamos oído).
Salgo corriendo detrás de él, doy la vuelta a la casa y lo veo saltando la verja por una esquina como un gato y escapando carretera abajo. Por un momento pienso en coger el coche y perseguirlo, pero me doy cuenta de que, entre abrir la puerta del garaje, montarme y salir, el tío ya estaría en el pueblo de al lado o metido por cualquier camino de la zona, así que lo dejo estar.
Vuelvo, le cuento el percal a mi pareja (que ha bajado detrás de mí pero no ha llegado a ver nada), compruebo que no hay apenas daños (los pestillos de puerta del jardín un poco doblados), no ha tenido tiempo de coger ninguna cosa (una lástima, porque hay alguna figurita de ésas de porcelana que acostumbran a regalar las suegras que no me hubiera dado ninguna pena perder de vista ).
Llamamos a la GC, vienen, les doy una descripción muy aproximada (no creo que llegara a verlo más de tres segundos en total), dan aviso por la radio, me piden el DNI a mí, echan un vistazo, les cuento que no se ha llevado nada y que prácticamente no hay nada roto, etc. etc. Nos han dicho que ahora no nos agobiemos, que son gente que nunca se suele enfrentar y no entran cuando saben que hay gente en casa (éste "debía ser un poco torpe"), y que van a controlar la zona durante unos días para ver si los pillan (ya van varios robos en los últimos meses, pero es la primera noticia que tengo); que también al ver la vigilancia igual "se van a otro sitio".
Yo que pensaba que vivía en un lugar bastante "tranquilo" y resulta que no: vivo en Tijuana (o en su barrio de al lado) y no me había enterado. Lo peor de todo es que ahora me voy a volver paranoico cada vez que tengamos que salir y dejar la casa sola. Total, por mucha alarma que tengas, estos tipos no necesitan más de diez minutos y revolviendo para encontrar algo te pueden hacer un destrozo que no veas. En fin, vaya día...
Última edición: