Sanza
Baneado
leed antes lo otrooooo,...que sacrificios tiene que hacer uno, en el Foro este...estoy ya medio consumido...
La mesa se encuentra repleta de viandas y comida y cosas que parecen comida pero que no pienso probar –mi suegro está jubilado y además de montar, él y el perro como ya expliqué, trenecitos, se ha apuntado a un curso de cocina imaginativa que da una brasileña que se hace pasar por española, porque ese culo respingón no lo ha parido el Imperio- pero gracias al cielo también hay bebida y me relajo y creo que podré aturdirme lo suficiente como para no intentar no llorar ni empezar ninguna gresca…
Consigo ganarme otro capirotazo porque nadie se ha sentado y yo ya he metido el dedo, ese dedo, en el paté, y la media naranja de los cojones se ha acercado sigilosamente –ha cambiado los tacones por una zapatillas enormes y se ha puesto una bata, y ya no tengo ninguna gana de subirme encima de ella- y ha sorprendido mi maniobra y ha impedido la próxima, que incluía la sopa y una pajita que he encontrado.
Mi suegro estaba también sentado en el sillón, pero como no se mueve y es casi tan amarillo como la butaca, también me asusta cuando se levanta y se lleva el paté comentando algo sobre el anterior novio de su hija, que se ve que era más educado, y miro a mi mujer a ver si se anima y le dice que yo tengo el pene más grande que el otro pero mi mujer no parece que se vaya a animar a nada, y de hecho se ha ido también y gracias a eso me apodero del mando de la tele.
Mi suegra entra con una fuente gigante, totalmente imposible de colocar en la mesa, y me ve a punto de poner el Canal 44 para hacer una gracia, y me riñe y me dice que tenemos que hablar entre todos y blabla y que nada de tele, y yo finjo sorpresa y le digo que es para jugar, con una sonrisa, y lanzo el mando a Pichucas que lo atrapa al vuelo y corre por el salón, y yo me río y miro esperanzado a mi suegra, que suelta un grito y chilla para que mi cuñado atrape al perro, y aunque intentan echarme la culpa de que la mujer esta haya dejado caer todo el pollo, y la fuente, y las patatas, y los calamares (esa mierda de maridaje debe haber sido idea de su marido y la brasileña culiforme), protesto y mientras todos corren y gritan conservo la calma y paro con mucha habilidad al perro de una patada, lo cual tampoco les hace gracia y empiezo a pensar que me tienen manía…
Pd: no sé por qué el Word dice que “culiforme” no existe.
Esto es un asco, pero me salva la campana (el timbre de la puerta es una campana) y se ve que entra mi sobrina política, a la que le ha dado tiempo en media hora de cogerse una tajada importante, así como tampoco ha acertado a ponerse de nuevo correctamente la falda, (cuando se lo menciono a mi mujer me llama cretino y me pide también que no hable de las bragas de su sobrina, injustamente, pues sólo lo había pensado) y atrae la atención de todo el mundo y hasta el chucho deja de vomitar en la alfombra –le he acertado bien, no sé de qué se quejan- y van a darle la brasa a la cría y mientras yo me siento en el lugar asignado.
Ah, no, ese no era el lugar asignado. La culpa es de mi cuñada porque no se ha puesto ni bata ni nada –yo juraría que su vestido encoje por momentos- y la he seguido alrededor de la mesa hasta ponerme a su vera, e incluso tropiezo con ella y la mojo, pues no me había dado cuenta de que llevaba yo un vaso con Cardhu en la mano y me paro a pensar cuándo y de dónde lo he sacado, y me da igual lo que me cuenta de la tintorería y de que me separe de ella, aunque esa palabra me trae a la mente ensoñaciones de divorcios y huidas y me siento mejor y sonrío, y la fulana esta se cree que me cachondeo y llama a mi cuñado, que estaba dando vueltas como un poseso y preguntando que quién coño le había cogido el whisky…
Al final parece que todo se calma, mandan a la sobrina salida a “refrescarse al baño” –siguen sin hacerme caso y pasan por alto mi consejo de que hasta que no pote se sentirá fatal- recuperan el mando (las pilas, no, se las ha comido el perro y seguro que mi suegro se pasa toda la noche vigilando las deposiciones del bicho) y en son de paz sirvo al energúmeno este otra copa, que me mira con recelo pero la acepta y se va enfurruñado a su esquina (de la mesa).
Bueeeeeeeeeno…la señora de la casa sirve ahora sopa, y dice con bastante rencor que nos hemos quedado sin segundo mientras me mira, y con esa información le insisto cuando llega mi turno en que llene hasta el borde mi plato, y ella dice que no, que se cae, y yo digo que sí, y ella que al meter la cuchara se saldrá, y yo que puedo coger de nuevo la paji…y mi mujer me fulmina con la mirada y me quedo callado, y la bruja esta me echa un dedo de sopa y no hay ni una puñetera gamba y me maravillo de que haya podido echarme sólo el líquido porque es que no hay ni un fideo ni medio, y como estoy cansado de ser incomprensiblemente el centro de atención, me conformo y pongo caballerosamente la mano sobre el plato en un gesto educado de aprobación, y la tía me la escalda con dos cucharadas más, llenas de cosas, porque se ve que se sirve en realidad así, y me cago en el Altísimo sin querer y mi suegro se levanta a por la escopeta, aunque seguramente se va de casa para siempre porque es lo que yo haría.
Nadie se preocupa por mi mano, y eso acrecienta la sensación de que no me tienen aprecio, y enseño a todo el mundo la hinchazón, para justificar mis improperios, y sólo se fija el perro que de alguna forma ha conseguido subirse a la mesa, y la muerde cuando le llega el turno de la inspección, porque debe acordarse de la patada en los huevos que le di antes en mi intento de recuperar el mando (otro rencoroso, como todos lo de esta casa), y ahora sí que suelto una retahíla de barbaridades que incluso hacen que mi sobrina golfa se sonroje, pero estoy completamente seguro de que están justificadas porque Pichucas me ha soltado un bocado con todas la de la ley y hasta me ha arrancado el anillo de casado, así que el papá deberá buscar en las deposiciones esas con más ahínco aún…
La mesa se encuentra repleta de viandas y comida y cosas que parecen comida pero que no pienso probar –mi suegro está jubilado y además de montar, él y el perro como ya expliqué, trenecitos, se ha apuntado a un curso de cocina imaginativa que da una brasileña que se hace pasar por española, porque ese culo respingón no lo ha parido el Imperio- pero gracias al cielo también hay bebida y me relajo y creo que podré aturdirme lo suficiente como para no intentar no llorar ni empezar ninguna gresca…
Consigo ganarme otro capirotazo porque nadie se ha sentado y yo ya he metido el dedo, ese dedo, en el paté, y la media naranja de los cojones se ha acercado sigilosamente –ha cambiado los tacones por una zapatillas enormes y se ha puesto una bata, y ya no tengo ninguna gana de subirme encima de ella- y ha sorprendido mi maniobra y ha impedido la próxima, que incluía la sopa y una pajita que he encontrado.
Mi suegro estaba también sentado en el sillón, pero como no se mueve y es casi tan amarillo como la butaca, también me asusta cuando se levanta y se lleva el paté comentando algo sobre el anterior novio de su hija, que se ve que era más educado, y miro a mi mujer a ver si se anima y le dice que yo tengo el pene más grande que el otro pero mi mujer no parece que se vaya a animar a nada, y de hecho se ha ido también y gracias a eso me apodero del mando de la tele.
Mi suegra entra con una fuente gigante, totalmente imposible de colocar en la mesa, y me ve a punto de poner el Canal 44 para hacer una gracia, y me riñe y me dice que tenemos que hablar entre todos y blabla y que nada de tele, y yo finjo sorpresa y le digo que es para jugar, con una sonrisa, y lanzo el mando a Pichucas que lo atrapa al vuelo y corre por el salón, y yo me río y miro esperanzado a mi suegra, que suelta un grito y chilla para que mi cuñado atrape al perro, y aunque intentan echarme la culpa de que la mujer esta haya dejado caer todo el pollo, y la fuente, y las patatas, y los calamares (esa mierda de maridaje debe haber sido idea de su marido y la brasileña culiforme), protesto y mientras todos corren y gritan conservo la calma y paro con mucha habilidad al perro de una patada, lo cual tampoco les hace gracia y empiezo a pensar que me tienen manía…
Pd: no sé por qué el Word dice que “culiforme” no existe.
Esto es un asco, pero me salva la campana (el timbre de la puerta es una campana) y se ve que entra mi sobrina política, a la que le ha dado tiempo en media hora de cogerse una tajada importante, así como tampoco ha acertado a ponerse de nuevo correctamente la falda, (cuando se lo menciono a mi mujer me llama cretino y me pide también que no hable de las bragas de su sobrina, injustamente, pues sólo lo había pensado) y atrae la atención de todo el mundo y hasta el chucho deja de vomitar en la alfombra –le he acertado bien, no sé de qué se quejan- y van a darle la brasa a la cría y mientras yo me siento en el lugar asignado.
Ah, no, ese no era el lugar asignado. La culpa es de mi cuñada porque no se ha puesto ni bata ni nada –yo juraría que su vestido encoje por momentos- y la he seguido alrededor de la mesa hasta ponerme a su vera, e incluso tropiezo con ella y la mojo, pues no me había dado cuenta de que llevaba yo un vaso con Cardhu en la mano y me paro a pensar cuándo y de dónde lo he sacado, y me da igual lo que me cuenta de la tintorería y de que me separe de ella, aunque esa palabra me trae a la mente ensoñaciones de divorcios y huidas y me siento mejor y sonrío, y la fulana esta se cree que me cachondeo y llama a mi cuñado, que estaba dando vueltas como un poseso y preguntando que quién coño le había cogido el whisky…
Al final parece que todo se calma, mandan a la sobrina salida a “refrescarse al baño” –siguen sin hacerme caso y pasan por alto mi consejo de que hasta que no pote se sentirá fatal- recuperan el mando (las pilas, no, se las ha comido el perro y seguro que mi suegro se pasa toda la noche vigilando las deposiciones del bicho) y en son de paz sirvo al energúmeno este otra copa, que me mira con recelo pero la acepta y se va enfurruñado a su esquina (de la mesa).
Bueeeeeeeeeno…la señora de la casa sirve ahora sopa, y dice con bastante rencor que nos hemos quedado sin segundo mientras me mira, y con esa información le insisto cuando llega mi turno en que llene hasta el borde mi plato, y ella dice que no, que se cae, y yo digo que sí, y ella que al meter la cuchara se saldrá, y yo que puedo coger de nuevo la paji…y mi mujer me fulmina con la mirada y me quedo callado, y la bruja esta me echa un dedo de sopa y no hay ni una puñetera gamba y me maravillo de que haya podido echarme sólo el líquido porque es que no hay ni un fideo ni medio, y como estoy cansado de ser incomprensiblemente el centro de atención, me conformo y pongo caballerosamente la mano sobre el plato en un gesto educado de aprobación, y la tía me la escalda con dos cucharadas más, llenas de cosas, porque se ve que se sirve en realidad así, y me cago en el Altísimo sin querer y mi suegro se levanta a por la escopeta, aunque seguramente se va de casa para siempre porque es lo que yo haría.
Nadie se preocupa por mi mano, y eso acrecienta la sensación de que no me tienen aprecio, y enseño a todo el mundo la hinchazón, para justificar mis improperios, y sólo se fija el perro que de alguna forma ha conseguido subirse a la mesa, y la muerde cuando le llega el turno de la inspección, porque debe acordarse de la patada en los huevos que le di antes en mi intento de recuperar el mando (otro rencoroso, como todos lo de esta casa), y ahora sí que suelto una retahíla de barbaridades que incluso hacen que mi sobrina golfa se sonroje, pero estoy completamente seguro de que están justificadas porque Pichucas me ha soltado un bocado con todas la de la ley y hasta me ha arrancado el anillo de casado, así que el papá deberá buscar en las deposiciones esas con más ahínco aún…
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Eres un pu_o crack.
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