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Apalizado un agente de Standard & Poor's que fue a un bar de striptease a calificar a
Sus últimas palabras con las piernas puestas fueron: «Te lo subo a AA si te lo tragas»
Edgar | 14 de octubre de 2011, 06:00 Zoom:
El agente de rating, cuando aún tenía dónde sostenerse las gafas.
Las Vegas, Viva -- Con todos los gobiernos del mundo comiéndoles de la mano y las bolsas pendientes de con qué pie se levanten por la mañana, es normal que las agencias de rating o calificación de deuda se crezcan lo suyo. Como ejemplo para todos ellos, ha sido un agente de Standard & Poor's el que ha recibido una lección de humildad, amén de un cursillo acelerado en pilotaje de sillas de ruedas, después de que el pasado viernes el tío, toO ReXulóN, se fuera al club de baile Nipple-O de Las Vegas y empezase a calificar con muy malas formas a las strippers.
La gota que colmó el vaso fue cuando una de las bailarinas, herida en su amor propio por la baja nota, se llevó al mamarracho en cuestión a una de las habitaciones del piso de arriba, que según la gerencia del club «están allí por si a algún cliente le da muchísimo sueño de pronto» y le ofreció un baile privado, al término del cual el agente, olorosamente inebriado, afirmó que le subiría la calificación a AA si se lo tragaba. A esta provocación, la moza, que lejos del estereotipo de dama desvalida había trabajado de doble de Xena, la princesa guerrera en las escenas de pelea contra osos, hasta que la despidieron por petición de los osos, le aplicó una serie de dolorosas llaves de lucha libre, entre ellas varias prohibidas por la federación de lucha mexicana, a las que el agente se sometió «procurando no parecer impresionado —declaró la víctima— porque pensaba que me estaba sobornando con una sesión de sexo particularmente duro», hasta que en el momento del finish him, cuando salía por la ventana merced a una patada voladora y sobrevolaba el tráfico de la sexta avenida, se dio cuenta de que la chica no le quería ningún bien.
El agente se recupera favorablemente de sus huesos rotos y saldrá del hospital en otros dos mesecitos. Eso si sus lesiones no se complican con el botulismo que contrajo después de que, al calificar muy faltonamente a una enfermera, esta le hiciera tragar el contenido del orinal. Y ya está. Es gracioso porque esta gente no nos da mucha pena, ¿no?
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Sus últimas palabras con las piernas puestas fueron: «Te lo subo a AA si te lo tragas»
Edgar | 14 de octubre de 2011, 06:00 Zoom:
El agente de rating, cuando aún tenía dónde sostenerse las gafas.
Las Vegas, Viva -- Con todos los gobiernos del mundo comiéndoles de la mano y las bolsas pendientes de con qué pie se levanten por la mañana, es normal que las agencias de rating o calificación de deuda se crezcan lo suyo. Como ejemplo para todos ellos, ha sido un agente de Standard & Poor's el que ha recibido una lección de humildad, amén de un cursillo acelerado en pilotaje de sillas de ruedas, después de que el pasado viernes el tío, toO ReXulóN, se fuera al club de baile Nipple-O de Las Vegas y empezase a calificar con muy malas formas a las strippers.
La gota que colmó el vaso fue cuando una de las bailarinas, herida en su amor propio por la baja nota, se llevó al mamarracho en cuestión a una de las habitaciones del piso de arriba, que según la gerencia del club «están allí por si a algún cliente le da muchísimo sueño de pronto» y le ofreció un baile privado, al término del cual el agente, olorosamente inebriado, afirmó que le subiría la calificación a AA si se lo tragaba. A esta provocación, la moza, que lejos del estereotipo de dama desvalida había trabajado de doble de Xena, la princesa guerrera en las escenas de pelea contra osos, hasta que la despidieron por petición de los osos, le aplicó una serie de dolorosas llaves de lucha libre, entre ellas varias prohibidas por la federación de lucha mexicana, a las que el agente se sometió «procurando no parecer impresionado —declaró la víctima— porque pensaba que me estaba sobornando con una sesión de sexo particularmente duro», hasta que en el momento del finish him, cuando salía por la ventana merced a una patada voladora y sobrevolaba el tráfico de la sexta avenida, se dio cuenta de que la chica no le quería ningún bien.
El agente se recupera favorablemente de sus huesos rotos y saldrá del hospital en otros dos mesecitos. Eso si sus lesiones no se complican con el botulismo que contrajo después de que, al calificar muy faltonamente a una enfermera, esta le hiciera tragar el contenido del orinal. Y ya está. Es gracioso porque esta gente no nos da mucha pena, ¿no?
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