Aunque no es de mis músicos favoritos, reconozco que es un estupendo músico, de los más grandes del rock, con un estilo propio que le ha mantenido en lo más alto durante casi cuarenta años. Hace un par de años le ví en directo en San Sebastián, y el tío está en plena forma, física y musical. Estuvo alojado en el hotel María Cristina, el más lujoso de la ciudad (donde se alojan las estrellas de cine durante el festival), con Patti Scialffa y sus hijos. Los niños bajaban a jugar a la plaza que está junto al hotel, de modo que, según dicen, Patti les llamaba por la ventana, como si estuvieran en casa. Uno de los días, fueron andando a hacer surf a la playa que está a doscientos metros (Zurriola), mientras Bruce y Patti tomaban el sol tranquilamente entre la gente, como dos turistas más. También se les pudo ver paseando tranquilamente por la Parte Vieja, comiendo pinchos. Parece gente sencilla y normal, a diferencia de algunos que se creen "estrellitas", no habiendo hecho ni la mitad que Bruce Springsteen. Antes de irse, dijeron haber estado muy a gusto en la ciudad, porque pudieron moverse con tranquilidad. Prometieron volver, y así lo hicieron, con ocasión del concierto que dio en Bilbao unos meses después.