80ª aniversario calibre 101

A pesar de que la historia de la Alta Relojería está constelada de inventos y proezas
técnicas, existe una que abrió perspectivas increíbles: el Calibre 101. Creado en 1929 en
el seno de los talleres de la Manufactura Jaeger-LeCoultre, este prodigio de la
micromecánica es un icono relojero desde hace 80 años. 80 años de historia
ininterrumpida, de perfeccionamiento y creatividad. Este año Jaeger-LeCoultre ha
elegido la Muestra de Venecia para conmemorar el nacimiento del movimiento relojero
más pequeño del mundo. Seis relojes, distintos y deslumbrantes, ofrecen un espacio de
expresión infinita para algo infinitamente pequeño.
1920-1930: una década ardiente. Efervescencia cultural y artística, progresos técnicos,
emancipación social, y en particular femenina… Es una época de cambios y trastornos. El
mundo de la relojería bascula poco a poco para favorecer la producción de relojes de
pulsera, mientras los relojes para dama conocen un éxito ascendente. Con la concepción
en 1924 del célebre Duoplan, Jaeger-LeCoultre realiza una doble proeza: técnica,
demostrando que la pequeñez y la precisión no son incompatibles; y estética, liberando a
los guarda-tiempos de la clásica forma redonda. El éxito mundial del reloj baguette es el
ejemplo más sorprendente.




Airosa tras la realización de esta hazaña, la Manufactura continúa sus investigaciones en el
ámbito de la mecánica infinitamente pequeña y logra miniaturizar el movimiento Duoplan
sin comprometer su fiabilidad. Así nace el Calibre 101 en 1929, el que desde entonces ha
sido gratificado con el título del movimiento mecánico más pequeño jamás realizado en el
mundo. Fiel cómplice del eclecticismo femenino, el Duoplan se presta a todas las audacias,
invitando a los diseñadores de la casa a dejar libre curso a su creatividad. Las versiones joya
han enlazado las muñecas más delicadas, como las de la Reina Isabel II de Inglaterra, el día
de su coronación en 1953.
Cuatro generaciones después, esta maravilla micromecánica sigue siendo una estrella en el
mundo relojero. Sin embargo, sólo cincuenta ejemplares ven la luz cada año. Muy pocos
relojeros dominan el ensamblado de este concentrado de precisión. 98 componentes en
0,2 cm3, 3,4 mm de grosor, un volante que oscila con una frecuencia de 21.600 alternancias
por hora, con un peso de apenas un gramo. Un auténtico desafío en sí mismo. Cada calibre
es único, ya que cada componente, fabricado y ajustado sobre medida, sólo puede ser
ajustado en un solo y único movimiento. Esta ingeniosa maravilla de lo infinitamente
pequeño goza, no obstante, de un extraordinario espacio de expresión y satisface todos los
deseos vistiéndose con diamantes y jugando con las formas. Las piezas conmemorativas
presentadas en exclusividad en el Festival de Cine de Venecia son la más bella expresión de
su extraordinaria polivalencia.
Contemporáneos o clásicos, los modelos Haute Joaillerie 2009, entre los que sobresale una
interpretación masculina, rivalizan para vestir al Calibre 101. Silueta esbelta contra caja
Reverso, esfera redonda, rectangular o cuadrada, mecanismo visible u oculto, materiales
nobles y preciosos… Cada reloj editado en serie limitada de 3 ó 5 ejemplares impone su
estilo y afirma su personalidad. Cada pieza atesora la estrella más destacada de todos los
mecanismos relojeros otorgándole el papel de protagonista en un escenario único y
deslumbrante.

Joaillerie 101 1938



Esta reedición de una pieza de 1938 remonta el transcurso del tiempo en búsqueda de la
riqueza artística de los años 30, desplegando su anatomía estilizada sobre dos hileras de
diamantes talla baguette. Mientras la pulsera prolonga naturalmente la esfera, una frisa
geométrica minuciosamente grabada sobre los flancos realza el elegantísimo perfil Art
Déco. Las agujas de las horas y de los minutos desfilan sobre una esfera del tamaño del
movimiento 101, dejando sobre sus huellas el sentimiento de que el tiempo se ha detenido
en esta obra maestra de la alta relojería.

Joaillerie 101 Feuille










Como una hoja que vuela con el viento, el Joaillerie 101 Feuille revolotea y se posa sobre la
muñeca enlazándola con un destello sin igual. Sus líneas vegetales coronadas con diamantes
de talla brillante y baguette ocultan el Calibre 101. Presenta una tapa en forma de hoja que
se levanta para revelar la frenética carrera del tiempo, cerrándose para olvidarla mejor. Esta
joya de pleno derecho es una reedición de un modelo de 1959 que preserva su jardín
secreto y cuenta las horas que transcurren como también cuenta muchas otras
confidencias.
Joaillerie 101 Nodo

Dos lazos de oro engastados combinan sus diamantes talla baguette y brillante con la
dulzura de sus formas enlazadas sobre la esfera. Impresión de movimiento, sensación de
personalidad… este reloj de secreto reúne alta relojería y alta costura aportando un efecto
penetrante. Inspirado en una pieza perteneciente al patrimonio de Jaeger-LeCoultre,
reconcilia los ángulos de la caja y la redondez de su rostro disimulado bajo un parterre de
gemas. Histórico y contemporáneo, audaz y sensato, se alimenta de paradojas. ¿Acaso ésta
no es la naturaleza propia de la mujer?

Joaillerie 101 Résille



Zafiros azules y rosas escoltan los diamantes para magnificar al Calibre 101. El engaste
forma un sutil juego de matices y es una obra de arte en sí que exige una muy amplia gama
de gemas para fundir los colores con tanta fluidez. Una fluidez acentuada por la extremada
flexibilidad del reloj que se enrosca sobre la muñeca con dulzura. Símbolo de un “savoir-
faire” riguroso y de una estética sensual, eleva al firmamento la paciencia y el talento de los
artistas de la Manufactura.
Grande Reverso 101 Art Déco, modelos femenino y masculino


Cuando lo infinitamente pequeño se forja un lugar privilegiado en el corazón de una de las
caja más grandes del reloj Reverso, el espectáculo del tiempo se convierte en una ilusión. El
encanto es deslumbrante, ¡en una impecable transparencia el Calibre 101 parece flotar
como en ingravidez! El tiempo parece estar suspendido.
El efecto descansa en una sutilidad habitualmente reservada a los péndulos en esqueleto de
Jaeger-LeCoultre : el mecanismo, fijado en un cristal invisible, flota en el corazón del reloj
sin ni siquiera estar vinculado a la corona. La corona, movible, se extrae de la caja y se
convierte en herramienta de armado: basta deslizarla en el reverso del reloj, en el lugar
previsto para este fin, para proceder a la puesta en hora.
En su versión femenina, esta fascinante puesta en escena sucumbe a los misteriosos
encantos de un paisaje de nácar y de diamantes. Mientras que las líneas de diamantes
baguette acentúan el estilo Art Déco de la pieza, la base está constelada con destellos
mágicos: acurrucadas las unas a las otras gracias a una técnica de engaste denominada
nieve, las piedras cubren totalmente la materia y forman rayos de escarcha entre las hojas
de madreperla. La talla del Calibre 101 es un auténtico desafío para los engastadores de la
Manufactura y para su exclusiva técnica de engaste nieve, por las minúsculas gemas de 0,5 a
1,2 mm de diámetro y la finura de la superficie engastada.
En la versión masculina, el escenario se presenta en blanco y negro. El ónix y la madreperla
ofrecen al Calibre 101 una suntuosa tela de fondo, geométrica y bordada por las molduras
esmaltadas de la caja de oro blanco. La decoración es un homenaje al Art Déco; la
marquetería contrastada revindica con fuerza las formas lineales, puras y regulares de esta
época. Eminentemente masculino, este modelo ilumina su realce de madreperla y destila el
tiempo con un rigor estético y técnico que convierte la ilusión en realidad.
Manufactura Jaeger-LeCoultre
La Grande Maison vio la luz gracias a un invento y desde entonces está animada por el
espíritu del descubrimiento y por la necesidad de crear nuevas maravillas técnicas, cada vez
más precisas y más complejas. Año tras año, los conocimientos y la diversidad de sus
savoir-faire se han enriquecido, renovado y multiplicado para servir a un objetivo único:
dominar las innumerables operaciones de producción de los movimientos y de las cajas de
relojes, condición sine qua non para superar los desafíos técnicos más excéntricos.
Protagonista de la historia de la relojería, Jaeger-LeCoultre ha celebrado sus 175 años. La
Manufactura cuenta en su activo con primicias mundiales, superlativos y relojes de leyenda:
el Reverso, el Duoplan, el Master Control, el Memovox Polaris, el Gyrotourbillon 1 y el
Atmos. En 2009, más de 1000 personas que dominan más de 40 oficios relojeros y más de
20 tecnologías punta, siguen rindiendo homenaje al espíritu pionero de los fundadores de la
casa, con nuevas obras maestras, realizadas en total respeto de la gran tradición relojera.
En el 2010, con la extensión del taller original de Antoine LeCoultre, Jaeger-LeCoultre
ampliará aún más sus muros con un nuevo edificio que ofrecerá 9000 m2 de talleres
suplementarios.

GRANDE REVERSO 101 ART-DECO​