Yourdudeness080
Milpostista
Sin verificar
Seguro no soy el primero en escribir al respecto (obvio) pero sentí necesario y me tomé mi tiempo en rendir un tributo a mi marca preferida como muchos de ustedes saben.
Espero que sea de su agrado.
Debo admitir que me he tomado mi tiempo. Si, porque Jaeger - LeCoultre es mi casa relojera favorita por un sinnúmero de razones. Desde su historia hasta su suficiencia técnica.
Uno podría pensar que sería el primer artículo que debería haber escrito y pues no. Han sido más de sesenta antes de llegar a este, por la simple razón de poder hacer justicia y quizá en el intento contagiar de entusiasmo a otros aficionados a la relojería por esta marca.
Ha decir verdad no tengo nada contra Rolex o contra Omega que sin lugar a duda son las marcas de lujo más discutidas en el mundo. De hecho disfruto de sus modelos pero con el pasar del tiempo no puedo dejar de sentir un cierto fastidio cuando no se habla más de marcas que realmente son muy especiales. No me cabe la menor duda que nadie en su sano juicio duda de las piezas producidas por JLC pero a veces termina pesando más en las personas el llevar en sus muñecas algo reconocido por todo el mundo y no solo por los conocedores. Mano en el corazón, seguro más de uno si lo piensa se declara culpable.
En Horología Prima somos todo menos comerciales, si no, solo escribiríamos una y otra vez sobre las mismas marcas. En su lugar, preferimos aportar con un grano de arena a que más personas descubran las grandiosas máquinas del tiempo que solo un selecto club realmente valora.
Con este preambulo, comencemos con la historia de Jaeger - LeCoultre.
El primer miembro de la familia LeCoultre, Pierre, se asentó en Suiza en 1559 escapando de su natal poblado francés por persecución religiosa. Nunca fue un relojero de profesión ni mucho menos en esa época, pero ya en 1612 su hijo sería uno de los fundadores del poblado de Le Sentier, donde la firma sigue operando desde su nacimiento en el año de 1883.
Justamente es en este año en que Antoine LeCoultre funda su taller de relojería después de inventar una máquina capaz de fabricar piñones de relojería. En sus inicios el taller contaba con 4 artesanos y con Ulysse, el hermano de Antoine con quienes prosperarían para erigir el primer edificio dónde crecería la manufactura.
Antoine LeCoultre
En 1844, el micrón no fue descubierto por un físico o un ingeniero si no, por Antoine, inventor del Millionometro capaz de medir con impresionante exactitud milésimas de milímetros. Este extraordinario aparato siguió siendo usado hasta el siglo XX, símbolo del extraordinario acabado y precisión de las piezas de la manufactura.
En 1847 Antoine inventa el reloj sin llave, en otras palabras la carga manual por corona, revolucionario sistema que se utiliza hasta la actualidad en muchísimas piezas mecánicas.
Para el año de 1851 Antoine recibe una medalla de oro en la exposición universal de Londres, un justo merecimiento no solo a la pieza presentada si no a su carrera, sus inventos, mecanismos y procesos. A partir de entonces la marca se convertiría en una habitual en la obtención de distinciones de diversa índole.
Siete años más tarde y con tan solo 15 años, su hijo Elie comienza a trabajar junto a su padre. Inventor y maestro relojero, transforma el pequeño taller familiar en la primera manufactura del Vallée de Joux donde trabajarían más de sesenta personas un par de años después.
De esta manera para el año de 1866 los LeCoultre pondrían bajo un mismo techo a todas las disciplinas involucradas en la producción de relojería. Excelencia técnica fue siempre el principal atributo dentro de esas cuatro paredes que ya producían más de 20 diferentes calibres con complicaciones como repetidores, cronógrafos, fly backs etc. Al día de hoy, la fábrica alberga las 180 destrezas necesarias para llevar con absoluta independencia la tarea de crear refinadas piezas del tiempo.
En 1877, Antoine cede sus acciones a sus tres hijos y de esta manera la marca pasaría a conocerse como LeCoultre &Cie.
En 1880 Edmond Jaeger escapa de su natal Alsacia tras la guerra Franco Prusiana para montar su taller de relojería en Paris. Relojero oficial de la armada francesa, Edmond dedicó su vida a la creación de piezas para medir la velocidad como cronómetros, tacómetros y relojes de cabina.
Edmond Jaeger
En 1881 fallece a los 78 años Antoine LeCoultre, las operaciones en su fábrica continuarían a manos de sus herederos la misma que continuaba su visión de modernidad como por ejemplo al adoptar la electricidad en sus procesos incluso cuando el vallée aún no contaba con ella. Esto, mediante el uso de un pequeño generador a vapor. En 1886 el tren a vapor conectaría el Vallée de Joux con el resto del mundo y un par de años más tarde el crecimiento de la empresa era tal, que ya contaban con 500 empleados y 156 calibres en su haber. 31 de ellos, de los más complejos en el mundo.
1895 Jaquemart Cal 19/20RMS
Para el año 1900 el hijo de Elie, Jacques - David asume el control de la producción de la marca. Un talentoso relojero y un excepcional emprendedor, se encargaría de brindar a la casa una verdadera dimensión internacional.
Una muestra de esta afirmación, es que apartar de 1902 y durante los próximos 30 años, todos los ébauche utilizados por Patek Philippe eran producidos por LeCoultr & Cie.
En 1903, Jacques-David conoce a Edmond Jaeger. Al enterarse se los planes de Jaeger para producir relojes ultra delgados, LeCoultre recorrería 20km en bicicleta hasta el teléfono más cercano desde la fábrica para de esta manera comenzar una alianza que más tarde formaría la marca tal y como la conocemos al día de hoy.
En 1907 y a través de Edmond, Le Coultre & Cie. firmaría un acuerdo con Cartier para fabricar todas las creaciones lanzadas por los afamados joyeros durante esta época.
Los maestros de los calibres ultra delgados, crearon el movimiento de bolsillo con carga manual más delgado del mundo con tan solo 1.38mm una proeza hasta el momento no alcanzada en la Belle Horlogerie.
En 1915 tres excepcionales hombres combinarían sus talentos para crear instrumentos para los pioneros de la aviación y el automovilismo. Estos tres caballeros serían LeCoultre, Jaeger y Edmond Audemars, amigo de infancia de Jacques-David. Campeón de ciclismo y el primer piloto en volar de Paris a Berlin y romper el record de altitud llegando hasta los 6120 metros. Seguramente se preguntarán si esta emparentado con Jules Louis Audemars. Pues en efecto, eran primos.
Toda la instrumentación a bordo de los aviones aliados durante la primera guerra mundial fueron parcialmente fabricado en el Joux y terminados y firmados por Jaeger. Estos mismos, se encontrarían en los automóviles más exclusivos de la posguerra.
En 1925 se inventaría el duoplan un concepto revolucionario que consistía en dos niveles superpuestos lo cual permitía montar calibres grandes en cajas muy pequeñas haciendo posible reemplazar calibres con mucha rapidez. Su estupenda calidad dio paso a probablemente uno de los primeros servicios de post venta verdaderamente excepcionales ya que, los duoplan, contaban con una póliza de seguro de Lloyd's de Londres.
Duoplan
Vamos a continuar hasta el año de 1931 para destacar a uno de los iconos más conocidos de la marca. El mítico Reverso.
Tras un partido de polo en la India, oficiales del ejército británico retarían a su amigo César de Trey a crear un reloj capaz de soportar los golpes propinados en su deporte favorito. A su regreso a europa, el empresario se reuniría con Jacques-David quien crearía el Reverso en asociación con Jaeger.
Diseñado en Paris por René-Alfred Chauvot y patentado el 4 de marzo de 1931, el Reverso representaría todos los valores del Art Deco y la misión cumplida de César de Trey.
En 1937 y tras tantos exitosos proyectos en conjunto, da a lugar la asociación más emblemática de la historia de la relojería, dando paso a Jaeger-LeCoultre.
Sería para el año de 1946 tras la segunda guerra mundial en un espíritu de reconstrucción de la época en que la firma crearía su primer reloj automático. Precursores de la linea Master Control y el primero equipado con el calibre Jaeger-LeCoultre 476.
En 1950 bajo el concepto de "La voz de la memoria" nace el Memovox, símbolo de la eficiencia del tiempo en la posguerra y que continúan hasta el momento representando por su calidad piezas de longevidad asegurada.
Los primeros Memovox contaban con calibres manuales JLC 489.
Nueve años más tarde la marca presentaría un reloj con los mismos atributos y que hoy en día es una pieza de culto entre los aficionados. El Memovox Deep Sea equipado con el calibre JLC 815.
Con el transcurso de los años serían grandes las innovaciones por parte de la firma y darían paso a varios de los relojes más increíbles que se hayan visto. Se necesita un libro, como los que en efecto se encuentran publicados para entrar a detalles en cada modelo pero este artículo tiene la finalidad de condensar de forma práctica la historia de un baluarte de la relojería tradicional.
Por esta razón vamos a avanzar en el tiempo con fotos:
1967 Master Mariner Diver
1990 Geographique
2002 Master Compressor
2006 Reverso Grande Complication
2007 Dual Wing
2009 Hybris Mechanica Grande Sonnerie
Actualmente, la cabeza de Jaeger-LeCoultre es Daniel Riedo, la marca sigue sus principios de innovación y ejecución en cada una de sus piezas cumpliendo con el legado de sus fundadores y manteniendo su posición como una de las marcas más importantes de la alta relojería en el mundo.
Gracias por llegar hasta aquí, espero no haberlos aburrido.
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Espero que sea de su agrado.
Debo admitir que me he tomado mi tiempo. Si, porque Jaeger - LeCoultre es mi casa relojera favorita por un sinnúmero de razones. Desde su historia hasta su suficiencia técnica.
Uno podría pensar que sería el primer artículo que debería haber escrito y pues no. Han sido más de sesenta antes de llegar a este, por la simple razón de poder hacer justicia y quizá en el intento contagiar de entusiasmo a otros aficionados a la relojería por esta marca.
Ha decir verdad no tengo nada contra Rolex o contra Omega que sin lugar a duda son las marcas de lujo más discutidas en el mundo. De hecho disfruto de sus modelos pero con el pasar del tiempo no puedo dejar de sentir un cierto fastidio cuando no se habla más de marcas que realmente son muy especiales. No me cabe la menor duda que nadie en su sano juicio duda de las piezas producidas por JLC pero a veces termina pesando más en las personas el llevar en sus muñecas algo reconocido por todo el mundo y no solo por los conocedores. Mano en el corazón, seguro más de uno si lo piensa se declara culpable.
En Horología Prima somos todo menos comerciales, si no, solo escribiríamos una y otra vez sobre las mismas marcas. En su lugar, preferimos aportar con un grano de arena a que más personas descubran las grandiosas máquinas del tiempo que solo un selecto club realmente valora.
Con este preambulo, comencemos con la historia de Jaeger - LeCoultre.
El primer miembro de la familia LeCoultre, Pierre, se asentó en Suiza en 1559 escapando de su natal poblado francés por persecución religiosa. Nunca fue un relojero de profesión ni mucho menos en esa época, pero ya en 1612 su hijo sería uno de los fundadores del poblado de Le Sentier, donde la firma sigue operando desde su nacimiento en el año de 1883.
Justamente es en este año en que Antoine LeCoultre funda su taller de relojería después de inventar una máquina capaz de fabricar piñones de relojería. En sus inicios el taller contaba con 4 artesanos y con Ulysse, el hermano de Antoine con quienes prosperarían para erigir el primer edificio dónde crecería la manufactura.
Antoine LeCoultre
En 1844, el micrón no fue descubierto por un físico o un ingeniero si no, por Antoine, inventor del Millionometro capaz de medir con impresionante exactitud milésimas de milímetros. Este extraordinario aparato siguió siendo usado hasta el siglo XX, símbolo del extraordinario acabado y precisión de las piezas de la manufactura.
En 1847 Antoine inventa el reloj sin llave, en otras palabras la carga manual por corona, revolucionario sistema que se utiliza hasta la actualidad en muchísimas piezas mecánicas.
Siete años más tarde y con tan solo 15 años, su hijo Elie comienza a trabajar junto a su padre. Inventor y maestro relojero, transforma el pequeño taller familiar en la primera manufactura del Vallée de Joux donde trabajarían más de sesenta personas un par de años después.
De esta manera para el año de 1866 los LeCoultre pondrían bajo un mismo techo a todas las disciplinas involucradas en la producción de relojería. Excelencia técnica fue siempre el principal atributo dentro de esas cuatro paredes que ya producían más de 20 diferentes calibres con complicaciones como repetidores, cronógrafos, fly backs etc. Al día de hoy, la fábrica alberga las 180 destrezas necesarias para llevar con absoluta independencia la tarea de crear refinadas piezas del tiempo.
En 1880 Edmond Jaeger escapa de su natal Alsacia tras la guerra Franco Prusiana para montar su taller de relojería en Paris. Relojero oficial de la armada francesa, Edmond dedicó su vida a la creación de piezas para medir la velocidad como cronómetros, tacómetros y relojes de cabina.
Edmond Jaeger
En 1881 fallece a los 78 años Antoine LeCoultre, las operaciones en su fábrica continuarían a manos de sus herederos la misma que continuaba su visión de modernidad como por ejemplo al adoptar la electricidad en sus procesos incluso cuando el vallée aún no contaba con ella. Esto, mediante el uso de un pequeño generador a vapor. En 1886 el tren a vapor conectaría el Vallée de Joux con el resto del mundo y un par de años más tarde el crecimiento de la empresa era tal, que ya contaban con 500 empleados y 156 calibres en su haber. 31 de ellos, de los más complejos en el mundo.
1895 Jaquemart Cal 19/20RMS
Una muestra de esta afirmación, es que apartar de 1902 y durante los próximos 30 años, todos los ébauche utilizados por Patek Philippe eran producidos por LeCoultr & Cie.
En 1903, Jacques-David conoce a Edmond Jaeger. Al enterarse se los planes de Jaeger para producir relojes ultra delgados, LeCoultre recorrería 20km en bicicleta hasta el teléfono más cercano desde la fábrica para de esta manera comenzar una alianza que más tarde formaría la marca tal y como la conocemos al día de hoy.
En 1907 y a través de Edmond, Le Coultre & Cie. firmaría un acuerdo con Cartier para fabricar todas las creaciones lanzadas por los afamados joyeros durante esta época.
Los maestros de los calibres ultra delgados, crearon el movimiento de bolsillo con carga manual más delgado del mundo con tan solo 1.38mm una proeza hasta el momento no alcanzada en la Belle Horlogerie.
En 1915 tres excepcionales hombres combinarían sus talentos para crear instrumentos para los pioneros de la aviación y el automovilismo. Estos tres caballeros serían LeCoultre, Jaeger y Edmond Audemars, amigo de infancia de Jacques-David. Campeón de ciclismo y el primer piloto en volar de Paris a Berlin y romper el record de altitud llegando hasta los 6120 metros. Seguramente se preguntarán si esta emparentado con Jules Louis Audemars. Pues en efecto, eran primos.
Toda la instrumentación a bordo de los aviones aliados durante la primera guerra mundial fueron parcialmente fabricado en el Joux y terminados y firmados por Jaeger. Estos mismos, se encontrarían en los automóviles más exclusivos de la posguerra.
Duoplan
Vamos a continuar hasta el año de 1931 para destacar a uno de los iconos más conocidos de la marca. El mítico Reverso.
Tras un partido de polo en la India, oficiales del ejército británico retarían a su amigo César de Trey a crear un reloj capaz de soportar los golpes propinados en su deporte favorito. A su regreso a europa, el empresario se reuniría con Jacques-David quien crearía el Reverso en asociación con Jaeger.
Diseñado en Paris por René-Alfred Chauvot y patentado el 4 de marzo de 1931, el Reverso representaría todos los valores del Art Deco y la misión cumplida de César de Trey.
Sería para el año de 1946 tras la segunda guerra mundial en un espíritu de reconstrucción de la época en que la firma crearía su primer reloj automático. Precursores de la linea Master Control y el primero equipado con el calibre Jaeger-LeCoultre 476.
En 1950 bajo el concepto de "La voz de la memoria" nace el Memovox, símbolo de la eficiencia del tiempo en la posguerra y que continúan hasta el momento representando por su calidad piezas de longevidad asegurada.
Los primeros Memovox contaban con calibres manuales JLC 489.
Nueve años más tarde la marca presentaría un reloj con los mismos atributos y que hoy en día es una pieza de culto entre los aficionados. El Memovox Deep Sea equipado con el calibre JLC 815.
Con el transcurso de los años serían grandes las innovaciones por parte de la firma y darían paso a varios de los relojes más increíbles que se hayan visto. Se necesita un libro, como los que en efecto se encuentran publicados para entrar a detalles en cada modelo pero este artículo tiene la finalidad de condensar de forma práctica la historia de un baluarte de la relojería tradicional.
Por esta razón vamos a avanzar en el tiempo con fotos:
1967 Master Mariner Diver
1990 Geographique
2002 Master Compressor
2006 Reverso Grande Complication
2007 Dual Wing
2009 Hybris Mechanica Grande Sonnerie
Gracias por llegar hasta aquí, espero no haberlos aburrido.
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