Catilina
Milpostista
Verificad@ con 2FA
Hace ya unas semanitas me llegó uno de los hermanos medianos de la familia Protrek, un auténtico tapado. El
. Y, con un día de retraso respecto a mi promesa a Lordbird (que tiene la mejor foto de avatar de este foro), me apetecía presentar una revisión con mis impresiones.
Sobre la atención, detalle y presentación de los relojes cuando trabajas con Pere Rosich no voy a volver a hablar, me puse –maliciosamente- a buscar defectos y sólo he encontrado uno. Aunque envía los relojes milimétricamente ajustados ¡¡selecciona la presentación de 12 horas con indicador AM/PM en lugar del más casiopropio formato de 24 horas, el conocido como “hora zulú”!! Ya le hemos pillado el fallo a Pere ¿veis como no era perfecto ?
No voy a hablar de sus funciones, ni de las buenas, ni de las desesperantes, ni de las que están, ni de las que faltan, puesto que las comparte (excepto la radio recepción) con el Mudmaster que analice con detalle en este post. Únicamente apuntar que sería un reloj perfecto si el módulo derivase del usado en el Gulmaster nuevo, pero si el precio fuera que la pantalla digital estuviese arriba y fuera más protagónica se perdería un diseño que considero impecable.
De las tres variantes, que molan mucho, me he hecho con la que considero un diseño perfecto el PRG-600YB-3ER: índices tostados, correa textil verde, bisel oscuro pero con matices que contrastan con el negro de la caja.
Un reloj que se separa de los tremendismos visuales de Casio (que me encantan) y que parece centrarse en afinar los detalles. Discreto, de una deportividad elegante y con un precio más que accesible me parece un reloj perfecto para que muchos relojistas tradicionales den el salto a Casio.
Como digo el diseño y los detalles son los que marcan la diferencia. La correa textil, que tradicionalmente son detestables en Casio por burdas, calurosas e incómodas, es suave, doble (cosida sobre sí misma) lo que hará muy resistente y con la zona central tejida en espiga y los bordes laterales en vertical. Trabajada, cómoda, resistente y bonita la remata una hebilla que casi me hace llorar de bonita: sencilla y fuerte, de metal pulido con perfil curvo. Nada burdo, pero tampoco nada frágil en ella, quienes conocen las hebillas metálicas de Casio, que suelen caracterizarse por una rotundidad algo abrumadora (y completamente innecesaria) se sorprenderán del cambio. Quienes amen el diseño de reloj militar/de explorador estarán felices.
Un diez, sólo supone una ligera nota negativa la segunda trabilla, la móvil, que tiende a moverse y, con ello, a no quedarse donde la colocamos. Esto es debido a que son de una piel sintética muy deslizante, pero sus acabados son también muy cuidados, con un pegado impecable, con extremos rebajados para que no se engorde la trabilla en el lugar de pegado, que así además puede extenderse y no depender de un único punto de fijación.
El bisel metálico tiene un tono cercano al tungsteno que me atreveré a llamar “metal tostado (todos sabemos que al hablar de relojes no aplica la norma que relaciona capacidad de apreciación cromática y masculinidad ), similar –algo más mate- en acabado a los colores metalizados de un coche, que cuadra perfectamente con el reloj y que, para mí, aporta una mejora sutil respecto a sus hermanos con colores más sencillos.
Los índices, agujas y un pequeño aro de la corona sí son objetivamente tostados, en este caso se ha elegido una fuente para los números más redondeada y elegante que en el Mudmaster. Mucho más adecuada al perfil de un reloj que es más comparable en diseño a un IWC Miramar que a su hermano, el Mudmaster, que le presta módulo. Por eso el título del post.
Mantiene del Mudmaster el aprovechamiento de los diferentes niveles de profundidad que van desde el rehaut hasta la esfera, con índices pintados en el nivel más exterior que se continúan en relieve para descender hacia la esfera, bajando hacia ella o con números en 12, 6 y 9 que flotan en un nivel intermedio. Un detalle maravilloso es que aquí sólo tienen lume los índices del rehaut y los números, no los índices en relieve que descienden hacia la esfera, con lo que de noche es totalmente legible, pero más discreto, y sobrio. Encontrar tanto gusto por el minimalismo en un Casio es toda una novedad.
También se ha buscado la discreción en el indicador de modo de la esfera, y en lugar de los colores chillones del muddie y el agujón coloreado tenemos una grafia discreta, en blanco y tostado, y una aguja blanca sencilla y fina que busca acertadamente mantenerse en un segundo plano, si la necesitas no se oculta, pero no te la encontrarás si miras la hora.
El recato también se ha llevado al segundero, tostado, fino y con lúme únicamente en la punta (blanca): claro de localizar en la noche, pero nada protagónico.
El tamaño es grande, pero mucho menos que otros Casios similares, totalmente ponible salvo para los reduccionistas que intentan ver la elegancia más en reducir los milímetros que en el conjunto del reloj (y que además se están convirtiendo en auténticos inquisidores condescendientes, pesados y superficiales, en su convicción de que por debajo de los 40 milímetros está la pureza y LA VERDAD ABSOLUTA de la relojería, simplismos para simplificarse las ideas y los juicios de elegancia, que deberían ser más bastante más globales y, por suerte o por desgracia, más difíciles de hacer seriamente. Y ya dejo la digresión).
La disminución de tamaño y la elegancia tienen su precio: el reloj sólo resiste 10 Atm, pero que en un Casio son bastante fiables y no deberías sentir ninguna inseguridad al ir a la piscina con él, además el cristal (mineral) está enrasado con el bisel, lo que a quienes estamos acostumbrados a verlo bien por debajo para protegerlo en los G-Shocks nos provoca un poquito de miedo. Los sensores se notan menos y están menos protegidos, si no sabes que existen no te llaman la atención.
También los botones se han empequeñecido para servir al perfil bajo del diseño, los de funciones siguen siendo cómodos de encontrar y pulsar, el quinto botón, el de la iluminación, no tanto. Se ha acusado mucho a los Casio de cinco botones de diseño “infantil” por el pulsador frontal de la luz, quizá hayan tomado nota, porque aquí nadie podría saber que existe sin que se lo indiquen o tras una exploración detallada del reloj.
Por supuesto, con el tamaño, casi sin peso (la caja es de plástico) y con la correa textil es un reloj comodísimo.
Decir que la trasera, sé que tenemos más culófilos que casiófilos en este foro, es sosa, pero adecuada:grabada con el logo de Protrek, el modelo y las características más relevantes:
Para mí es un reloj óptimo, porque viajo mucho y siempre me llevo un reloj tocho y multifunción como herramienta de trabajo, ahora mi Gulfmaster, que me parece casi perfecto como conté en este post, pero me gustaría llevarme un segundo reloj, más adecuado para salir a cenar o a tomar algo ya con una camisa. Pero no me atrevo a llevarme relojes caros, sabiendo que tendrán que ir en maletas y que estarán todo el día solitos en el lugar donde me aloje. Y no me apetecen opciones económicas, que son demasiado de vestir, tipo el Orient Bambino. Este reloj me resulta idóneo: mantiene mi perfil deportivo y aventurero (solo es el perfil, pero chico, menos da una piedra) y queda perfecto con unos vaqueros y una camisa. Llevarlo y usarlo no me genera inseguridad (si lo roban no es un gran daño), ni tengo que hacer concesiones llevando un reloj que no es todo lo que yo desearía en la muñeca. Esto lo hace un must have para mí, al menos cuando viajo, que es bastante.
Creo que Casio por fin ha diseñado un reloj para mi elegantísimo y mecanicofílico amigo JuanjoG: un reloj para los amantes de ambos mundos, un reloj callado pero de fuerte personalidad. Un reloj que tienes que buscar con la mirada, pero que una vez que lo ves te atrapa y del que cuesta apartar los ojos.
Pero tiene un problema, y es que le ha gustado tanto a mi mujer que lo ha secuestrado para su uso casi exclusivo. Pero como le queda bastante mejor que a mí y me permite verlo en alguien maravilloso, que además lo disfruta, casi considero este problema una ventaja .
Sobre la atención, detalle y presentación de los relojes cuando trabajas con Pere Rosich no voy a volver a hablar, me puse –maliciosamente- a buscar defectos y sólo he encontrado uno. Aunque envía los relojes milimétricamente ajustados ¡¡selecciona la presentación de 12 horas con indicador AM/PM en lugar del más casiopropio formato de 24 horas, el conocido como “hora zulú”!! Ya le hemos pillado el fallo a Pere ¿veis como no era perfecto ?
No voy a hablar de sus funciones, ni de las buenas, ni de las desesperantes, ni de las que están, ni de las que faltan, puesto que las comparte (excepto la radio recepción) con el Mudmaster que analice con detalle en este post. Únicamente apuntar que sería un reloj perfecto si el módulo derivase del usado en el Gulmaster nuevo, pero si el precio fuera que la pantalla digital estuviese arriba y fuera más protagónica se perdería un diseño que considero impecable.
De las tres variantes, que molan mucho, me he hecho con la que considero un diseño perfecto el PRG-600YB-3ER: índices tostados, correa textil verde, bisel oscuro pero con matices que contrastan con el negro de la caja.
Un reloj que se separa de los tremendismos visuales de Casio (que me encantan) y que parece centrarse en afinar los detalles. Discreto, de una deportividad elegante y con un precio más que accesible me parece un reloj perfecto para que muchos relojistas tradicionales den el salto a Casio.
Como digo el diseño y los detalles son los que marcan la diferencia. La correa textil, que tradicionalmente son detestables en Casio por burdas, calurosas e incómodas, es suave, doble (cosida sobre sí misma) lo que hará muy resistente y con la zona central tejida en espiga y los bordes laterales en vertical. Trabajada, cómoda, resistente y bonita la remata una hebilla que casi me hace llorar de bonita: sencilla y fuerte, de metal pulido con perfil curvo. Nada burdo, pero tampoco nada frágil en ella, quienes conocen las hebillas metálicas de Casio, que suelen caracterizarse por una rotundidad algo abrumadora (y completamente innecesaria) se sorprenderán del cambio. Quienes amen el diseño de reloj militar/de explorador estarán felices.
Un diez, sólo supone una ligera nota negativa la segunda trabilla, la móvil, que tiende a moverse y, con ello, a no quedarse donde la colocamos. Esto es debido a que son de una piel sintética muy deslizante, pero sus acabados son también muy cuidados, con un pegado impecable, con extremos rebajados para que no se engorde la trabilla en el lugar de pegado, que así además puede extenderse y no depender de un único punto de fijación.
El bisel metálico tiene un tono cercano al tungsteno que me atreveré a llamar “metal tostado (todos sabemos que al hablar de relojes no aplica la norma que relaciona capacidad de apreciación cromática y masculinidad ), similar –algo más mate- en acabado a los colores metalizados de un coche, que cuadra perfectamente con el reloj y que, para mí, aporta una mejora sutil respecto a sus hermanos con colores más sencillos.
Los índices, agujas y un pequeño aro de la corona sí son objetivamente tostados, en este caso se ha elegido una fuente para los números más redondeada y elegante que en el Mudmaster. Mucho más adecuada al perfil de un reloj que es más comparable en diseño a un IWC Miramar que a su hermano, el Mudmaster, que le presta módulo. Por eso el título del post.
Mantiene del Mudmaster el aprovechamiento de los diferentes niveles de profundidad que van desde el rehaut hasta la esfera, con índices pintados en el nivel más exterior que se continúan en relieve para descender hacia la esfera, bajando hacia ella o con números en 12, 6 y 9 que flotan en un nivel intermedio. Un detalle maravilloso es que aquí sólo tienen lume los índices del rehaut y los números, no los índices en relieve que descienden hacia la esfera, con lo que de noche es totalmente legible, pero más discreto, y sobrio. Encontrar tanto gusto por el minimalismo en un Casio es toda una novedad.
También se ha buscado la discreción en el indicador de modo de la esfera, y en lugar de los colores chillones del muddie y el agujón coloreado tenemos una grafia discreta, en blanco y tostado, y una aguja blanca sencilla y fina que busca acertadamente mantenerse en un segundo plano, si la necesitas no se oculta, pero no te la encontrarás si miras la hora.
El recato también se ha llevado al segundero, tostado, fino y con lúme únicamente en la punta (blanca): claro de localizar en la noche, pero nada protagónico.
El tamaño es grande, pero mucho menos que otros Casios similares, totalmente ponible salvo para los reduccionistas que intentan ver la elegancia más en reducir los milímetros que en el conjunto del reloj (y que además se están convirtiendo en auténticos inquisidores condescendientes, pesados y superficiales, en su convicción de que por debajo de los 40 milímetros está la pureza y LA VERDAD ABSOLUTA de la relojería, simplismos para simplificarse las ideas y los juicios de elegancia, que deberían ser más bastante más globales y, por suerte o por desgracia, más difíciles de hacer seriamente. Y ya dejo la digresión).
La disminución de tamaño y la elegancia tienen su precio: el reloj sólo resiste 10 Atm, pero que en un Casio son bastante fiables y no deberías sentir ninguna inseguridad al ir a la piscina con él, además el cristal (mineral) está enrasado con el bisel, lo que a quienes estamos acostumbrados a verlo bien por debajo para protegerlo en los G-Shocks nos provoca un poquito de miedo. Los sensores se notan menos y están menos protegidos, si no sabes que existen no te llaman la atención.
También los botones se han empequeñecido para servir al perfil bajo del diseño, los de funciones siguen siendo cómodos de encontrar y pulsar, el quinto botón, el de la iluminación, no tanto. Se ha acusado mucho a los Casio de cinco botones de diseño “infantil” por el pulsador frontal de la luz, quizá hayan tomado nota, porque aquí nadie podría saber que existe sin que se lo indiquen o tras una exploración detallada del reloj.
Por supuesto, con el tamaño, casi sin peso (la caja es de plástico) y con la correa textil es un reloj comodísimo.
Decir que la trasera, sé que tenemos más culófilos que casiófilos en este foro, es sosa, pero adecuada:grabada con el logo de Protrek, el modelo y las características más relevantes:
Para mí es un reloj óptimo, porque viajo mucho y siempre me llevo un reloj tocho y multifunción como herramienta de trabajo, ahora mi Gulfmaster, que me parece casi perfecto como conté en este post, pero me gustaría llevarme un segundo reloj, más adecuado para salir a cenar o a tomar algo ya con una camisa. Pero no me atrevo a llevarme relojes caros, sabiendo que tendrán que ir en maletas y que estarán todo el día solitos en el lugar donde me aloje. Y no me apetecen opciones económicas, que son demasiado de vestir, tipo el Orient Bambino. Este reloj me resulta idóneo: mantiene mi perfil deportivo y aventurero (solo es el perfil, pero chico, menos da una piedra) y queda perfecto con unos vaqueros y una camisa. Llevarlo y usarlo no me genera inseguridad (si lo roban no es un gran daño), ni tengo que hacer concesiones llevando un reloj que no es todo lo que yo desearía en la muñeca. Esto lo hace un must have para mí, al menos cuando viajo, que es bastante.
Creo que Casio por fin ha diseñado un reloj para mi elegantísimo y mecanicofílico amigo JuanjoG: un reloj para los amantes de ambos mundos, un reloj callado pero de fuerte personalidad. Un reloj que tienes que buscar con la mirada, pero que una vez que lo ves te atrapa y del que cuesta apartar los ojos.
Pero tiene un problema, y es que le ha gustado tanto a mi mujer que lo ha secuestrado para su uso casi exclusivo. Pero como le queda bastante mejor que a mí y me permite verlo en alguien maravilloso, que además lo disfruta, casi considero este problema una ventaja .
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