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Milpostista
Sin verificar
Lo primero, jamás podré expresar la gratitud a la familia Muñoz, por hacerme pasar dos jornadas tan estupendas, cualquier amante de la relojería hubiera disfrutado tanto, como yo lo hice; hablo por mí y por todos mis compañeros, como decíamos en el cole, hubiéramos estado unos cuantos días más conociendo todos los entresijos de tan emblemática Marca.
Cuando Breitling ofreció a Cristina la invitación para llevar a algunos de sus clientes, hizo encaje de bolillos en su agenda para que el viaje fuese perfecto en toda su magnitud, intentando cuidar al máximo todos los detalles, pero aunque Cristina es un torbellino que consigue casi todo lo que quiere, no pudo controlar la meteorología. Sus planes eran que Neuchatel y el Chaux du Fonds estuvieran nevados, para poder percibir la esencia Suiza in situ, pero aún así, sin nieve, todo ha salido genial, y ya que no había nieve, por lo menos no hacía el temido frío suizo.
Salimos de Granada a mediodía, con unos 23º y sol de Justicia
Tras una breve escala en Madrid, nos esperaba allí Adela Nieto, Visual Merchandiser de Breitling en España, culpable de que nos quedemos babeando en los escaparates de su marca; repusimos fuerzas y líquidos y ya era el momento de embarcar hacia el Valhalla relojeril, Suiza, cuna de nuestros griales y algunos sueños.
Llegamos al aeropuerto de Ginebra a las 17:45, ya era noche cerrada allí. En el aeropuerto nos esperaba un impresionante bus executive y nuestro simpático y atento chofer, que era quien nos iba a trasladar a Neuchatel.
Sigo en el proximo post
Espero que os esté gustando y que me disculpéis por la calidad de las fotos.
Nada se pierde, todo se transforma...
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