Zohan
Forer@ Senior
Sin verificar
Pues bien, como ya han adelantado en algún otro post Suso y Chomolungma , fuimos invitados por cortesía de Jaeger LeCoultre a conocer las instalaciones de la manufactura en Ginebra. Hago un breve resumen de nuestra visita y estancia.
10 de Octubre de 2.011
Llegamos al edificio principal a las 15:50. Nos recibe la Sra. Maude, y casi de inmediato nos dirigimos a visitar diferentes talleres de fabricación de componentes. Hay mucho que ver y poco tiempo. Tenemos que abandonar las cámaras de fotos en la sala de reuniones puesto que no está permitido su uso en el interior de las zonas de fabricación y ensamblaje. Las fotos que ilustran parte de este reportaje han sido facilitadas por el departamento de relaciones públicas de Jaeger.
Visitamos brevemente el taller de componentes planos. Aquí se fabrican piezas de grandes dimensiones, como por ejemplo el áncora del Atmos. Contrastando con este tipo de producción, nos trasladamos a una sala contigua donde está instalado el taller de micro fabricación. Aquí asistimos al proceso de fabricación de un “dardo”, que es la pieza más pequeña del mecanismo de un reloj y está situada en la parte final del áncora.
Taller de fabricación de cajas. Asistimos al proceso de transformación de las cajas Reverso. Primer dato curioso sobre este reloj (icono de la relojería y bandera de la marca) Las cajas de los Reverso no están producidas en la manufactura. La empresa recibe del suministrador un marco de acero (perdonad mi vocabulario tan pobre en tecnicismos) y a base de diferentes procesos de producción lo transforma en la caja definitiva.
Ante la imposibilidad de hacer fotos, intenté ilustrar en mi cuaderno el marco de la caja en bruto. Creo que es mejor que no publique el engendro resultante de mi osadía.
Siguiente estación de nuestro recorrido, la sala de control de calidad de las cajas. La pieza se sitúa en un soporte, mientras un medidor vertical hidráulico baja para comprobar que la tolerancia no sea mayor a 5 micras.
Una imagen vale más que mil palabras, y siento enormemente tener que ilustrar la visita a estos talleres con palabras mal redactadas, pero todos nuestros intentos por conseguir sacar fotos fueron infructuosos.
Último taller visitado en este día, Atmos. No se trata de un Taller de fabricación, sino de ensamblaje puesto que todas las piezas se producen en diferentes partes de la manufactura.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Inventado por el ingeniero Jean -León Reutter en 1928, los primeros Atmos, también llamados Atmos I, fueron producidos entre 1929 y 1931. Existe diferente información en internet datando la producción de los Atmos I hasta 1935. Estos datos no coinciden con la información oficial de la marca. La principal característica de esta partida fue la inclusión de mercurio como uno de sus componentes.
En la actualidad solo existe un relojero capacitado para reparar Atmos producidos en esta época. Tuvimos el placer y el privilegio de cruzar unas palabras con este técnico.
Nos explican el principio básico del funcionamiento de un Atmos.
Gráfico sacado del “Manual del propietario Atmos”. (Jaeger LeCoultre)
La cámara de expansión rellena de cloruro de etilo, se expande o contrae con los cambios de temperatura. Este movimiento oprime el muelle que sujeta la cadena, y a través de una rueda dentada acaba por cargar el muelle real. La variación de un grado aporta la energía suficiente para dos días de funcionamiento.
Para finalizar el día en la manufactura, visitamos la galería-museo de piezas propias, donde la colección Reverso adquiere un gran protagonismo.
Podemos observar una espectacular cristalera instalada a modo de pared que alberga en su interior más de 300 calibres Jaeger. Desde el más pequeño jamás fabricado, pasando por el más antiguo hasta el más complejo.
Foto por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Con el estómago rugiendo, nos trasladamos al museo del queso “Vacherín” con la intención de darnos un buen banquete. Allí nos recibe un señor muy amable que nos explica todo el proceso de elaboración artesanal actual. El sistema de producción casi no ha cambiado desde sus orígenes hasta ahora. En una improvisada pero muy agradable sala de audiovisuales, reproduce un video sobre la historia de este manjar culinario.
Durante la reproducción de video, el anfitrión (gran fallo no preguntar su nombre) nos surte de un vino blanco y prepara el queso de la cena. El “modus operandi” es tan sencillo como sabroso;
1.- Se pincha la superficie del queso con un tenedor
2.- Se rocía de vino blanco
3.- Se introduce en el horno ½ hora a 200ºC (sin precalentar) recubierto de papel de aluminio para que mantenga la temperatura.
Es tradición en la zona consumir este queso con patatas, y así lo hicimos. Adquiere una forma y textura similar a una torta de casar, pero sin alcanzar ese fuerte olor y sabor tan característico del queso extremeño.
Por cortesía de Jaeger, nos volvimos todos a casa con un queso en la maleta
11 de Octubre de 2.011
A las 9:45 empieza la visita. Nos recibe Eduardo, un simpático argentino que nos guió por la manufactura durante todo el día. Finalmente me permiten portar la cámara, con la promesa de que solo haré fotos previa autorización.
Pasamos brevemente por el taller de restauración, y nos dirigimos al taller de grandes complicaciones. Tenemos el honor de que el maestro relojero Christian Laurent, director del departamento, charle animadamente con nosotros explicándonos diversos aspectos de los diferentes calibres que en ese momento estábamos viendo.
Foto: Christian Laurent (fuente: www.worldtempus.com)
Hubo una pieza en la que se hizo especial incapie, El Duómetro Cronógrafo. Según las explicaciones, este reloj es el que mejor representa la esencia de la marca. El calibre es tan espectacular como complejo. Consta de dos barriletes independientes (uno para las horas y minutos y otro para el crono) unidos por un único volante regulador.
Esta foto fue tomada en la sala de exposiciones, no en el taller.
Aparte del Duómetro , también pudimos contemplar un tourbillón perpetuo, un toubillon con sonería, un Reverso Triptyque ecuación del tiempo y un Girotourbillon II.
Por último, escuchamos diferentes sonerías de distintos calibres.
Taller de decoración. Aquí decoran los calibres con el famoso acabado “Cotes de Geneve” Nos explican que hace años este proceso no perseguía un fin estético sino funcional, conducir y depositar el polvo en zonas alejadas de corazón del calibre. Hoy en día los relojes son estancos y el polvo no entraña ningún peligro, pero esta decoración es símbolo de prestigio y tradición relojera.
Nos animan a probar los instrumentos de decoración
Este es el único momento de todo el viaje donde, previa autorización, conseguimos hacer fotos en un taller.
Después de ver el taller de decoletaje (fabricación de tornillería y piezas casi microscópicas) nos dirigimos al taller de dentado de pistones. Allí nos regalaron a modo de souvenir diferentes piezas de relojes. He visitado cuatro manufacturas y esta ha sido la única que ha tenido este simpático detalle.
Taller de ensamblaje de áncoras
Curiosa información la que nos revelan en este espacio. La pala del áncora está pegada con una materia prima muy especial, goma –laca procedente de una especie de mariposas de Tailandia. Es una de las únicas manufacturas que emplea material tan exótico para tal fin en vez de resina epoxi.
Taller de engastado.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Nos enseñan los diferentes tipos de engastado y nos explican tres en concreto:
Este taller (junto con el de esmaltado que no tuvimos la oportunidad de ver) se encuentran en el edificio originario, que data de 1833. Tuvimos que salir de las instalaciones modernas para adentrarnos en la parte antigua.
Es el único taller en el que no hubo gente trabajando durante nuestra visita. Observamos diferentes cajas Reverso grabadas y nos explicaron los principios del proceso; primero se dibuja el contorno con una punta seca, para posteriormente terminar el dibujo con buriles de diferente grosor.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Después de la comida nos dirigimos ya por última vez a la manufactura a hacer lo que más nos gusta, jugar con las piezas.
Hago un resumen de las piezas que más me llamaron la atención.
Duomètre à Chronographe
Calibre Jaeger-LeCoultre: 380
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 390
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 50 Horas
Rubíes : 49
Barrilete : 2
Funciones: Horas, minutos , segundero, reserva de marcha doble, cronógrafo, contador de horas, contador de 30 minutos, contador de 60 segundos, unidad de minutos y segundero fulminante
Duomètre à Quantième Lunaire
Calibre Jaeger-LeCoultre: 381
Movimiento: Cuerda manual
Número de piezas : 369
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 50 Horas
Rubíes : 40
Barrilete : 2
Funciones: Fecha , horas – minutos, fases de la luna, segundero, segundero fulminante, reserva de marcha doble
Master Grande Tradition Tourbillon à Quantième Perpétuel
Calibre Jaeger-LeCoultre: 987
Movimiento: Automático
Número de piezas : 401
Alternancias por hora : 28800
Reserva de marcha : 48 Horas
Rubíes : 47
Alto : 8.15 mm
Funciones: Horas – Minutos, segundero, calendario perpetuo, fases de la luna, tourbillon
Master Eight Days Perpetual SQ
Calibre Jaeger-LeCoultre: 876SQ
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 260
Alternancias por hora : 28800
Reserva de marcha : 8 Días
Rubíes : 37
Barrilete : 2
Funciones: Horas – Minutos, calendario perpetuo, fases de la luna, indicación Día/Noche, reserva de marcha, z ona roja de seguridad
Master Minute Repeater
Calibre Jaeger-LeCoultre: 947
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 413
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 15 Días
Funciones: Horas – Minutos, repetición de minutos, indicación del par de los barriletes, reserva de marcha
Ya en la despedida, nuestro guía argentino (Eduardo) tuvo un detalle curioso conmigo. Hizo llamar al diseñador del Amvox II (reloj que yo portaba en ese momento) para que le conociera e intercambiara impresiones sobre el diseño.
Este ha sido el resumen de nuestra visita a Jaeger LeCoultre. Espero que os haya gustado.
10 de Octubre de 2.011
Llegamos al edificio principal a las 15:50. Nos recibe la Sra. Maude, y casi de inmediato nos dirigimos a visitar diferentes talleres de fabricación de componentes. Hay mucho que ver y poco tiempo. Tenemos que abandonar las cámaras de fotos en la sala de reuniones puesto que no está permitido su uso en el interior de las zonas de fabricación y ensamblaje. Las fotos que ilustran parte de este reportaje han sido facilitadas por el departamento de relaciones públicas de Jaeger.
Visitamos brevemente el taller de componentes planos. Aquí se fabrican piezas de grandes dimensiones, como por ejemplo el áncora del Atmos. Contrastando con este tipo de producción, nos trasladamos a una sala contigua donde está instalado el taller de micro fabricación. Aquí asistimos al proceso de fabricación de un “dardo”, que es la pieza más pequeña del mecanismo de un reloj y está situada en la parte final del áncora.
Taller de fabricación de cajas. Asistimos al proceso de transformación de las cajas Reverso. Primer dato curioso sobre este reloj (icono de la relojería y bandera de la marca) Las cajas de los Reverso no están producidas en la manufactura. La empresa recibe del suministrador un marco de acero (perdonad mi vocabulario tan pobre en tecnicismos) y a base de diferentes procesos de producción lo transforma en la caja definitiva.
Ante la imposibilidad de hacer fotos, intenté ilustrar en mi cuaderno el marco de la caja en bruto. Creo que es mejor que no publique el engendro resultante de mi osadía.
Siguiente estación de nuestro recorrido, la sala de control de calidad de las cajas. La pieza se sitúa en un soporte, mientras un medidor vertical hidráulico baja para comprobar que la tolerancia no sea mayor a 5 micras.
Una imagen vale más que mil palabras, y siento enormemente tener que ilustrar la visita a estos talleres con palabras mal redactadas, pero todos nuestros intentos por conseguir sacar fotos fueron infructuosos.
Último taller visitado en este día, Atmos. No se trata de un Taller de fabricación, sino de ensamblaje puesto que todas las piezas se producen en diferentes partes de la manufactura.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Inventado por el ingeniero Jean -León Reutter en 1928, los primeros Atmos, también llamados Atmos I, fueron producidos entre 1929 y 1931. Existe diferente información en internet datando la producción de los Atmos I hasta 1935. Estos datos no coinciden con la información oficial de la marca. La principal característica de esta partida fue la inclusión de mercurio como uno de sus componentes.
En la actualidad solo existe un relojero capacitado para reparar Atmos producidos en esta época. Tuvimos el placer y el privilegio de cruzar unas palabras con este técnico.
Nos explican el principio básico del funcionamiento de un Atmos.
Gráfico sacado del “Manual del propietario Atmos”. (Jaeger LeCoultre)
La cámara de expansión rellena de cloruro de etilo, se expande o contrae con los cambios de temperatura. Este movimiento oprime el muelle que sujeta la cadena, y a través de una rueda dentada acaba por cargar el muelle real. La variación de un grado aporta la energía suficiente para dos días de funcionamiento.
Para finalizar el día en la manufactura, visitamos la galería-museo de piezas propias, donde la colección Reverso adquiere un gran protagonismo.
Podemos observar una espectacular cristalera instalada a modo de pared que alberga en su interior más de 300 calibres Jaeger. Desde el más pequeño jamás fabricado, pasando por el más antiguo hasta el más complejo.
Foto por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Con el estómago rugiendo, nos trasladamos al museo del queso “Vacherín” con la intención de darnos un buen banquete. Allí nos recibe un señor muy amable que nos explica todo el proceso de elaboración artesanal actual. El sistema de producción casi no ha cambiado desde sus orígenes hasta ahora. En una improvisada pero muy agradable sala de audiovisuales, reproduce un video sobre la historia de este manjar culinario.
Durante la reproducción de video, el anfitrión (gran fallo no preguntar su nombre) nos surte de un vino blanco y prepara el queso de la cena. El “modus operandi” es tan sencillo como sabroso;
1.- Se pincha la superficie del queso con un tenedor
2.- Se rocía de vino blanco
3.- Se introduce en el horno ½ hora a 200ºC (sin precalentar) recubierto de papel de aluminio para que mantenga la temperatura.
Es tradición en la zona consumir este queso con patatas, y así lo hicimos. Adquiere una forma y textura similar a una torta de casar, pero sin alcanzar ese fuerte olor y sabor tan característico del queso extremeño.
Por cortesía de Jaeger, nos volvimos todos a casa con un queso en la maleta
11 de Octubre de 2.011
A las 9:45 empieza la visita. Nos recibe Eduardo, un simpático argentino que nos guió por la manufactura durante todo el día. Finalmente me permiten portar la cámara, con la promesa de que solo haré fotos previa autorización.
Pasamos brevemente por el taller de restauración, y nos dirigimos al taller de grandes complicaciones. Tenemos el honor de que el maestro relojero Christian Laurent, director del departamento, charle animadamente con nosotros explicándonos diversos aspectos de los diferentes calibres que en ese momento estábamos viendo.
Foto: Christian Laurent (fuente: www.worldtempus.com)
Hubo una pieza en la que se hizo especial incapie, El Duómetro Cronógrafo. Según las explicaciones, este reloj es el que mejor representa la esencia de la marca. El calibre es tan espectacular como complejo. Consta de dos barriletes independientes (uno para las horas y minutos y otro para el crono) unidos por un único volante regulador.
Esta foto fue tomada en la sala de exposiciones, no en el taller.
Aparte del Duómetro , también pudimos contemplar un tourbillón perpetuo, un toubillon con sonería, un Reverso Triptyque ecuación del tiempo y un Girotourbillon II.
Por último, escuchamos diferentes sonerías de distintos calibres.
Taller de decoración. Aquí decoran los calibres con el famoso acabado “Cotes de Geneve” Nos explican que hace años este proceso no perseguía un fin estético sino funcional, conducir y depositar el polvo en zonas alejadas de corazón del calibre. Hoy en día los relojes son estancos y el polvo no entraña ningún peligro, pero esta decoración es símbolo de prestigio y tradición relojera.
Nos animan a probar los instrumentos de decoración
Este es el único momento de todo el viaje donde, previa autorización, conseguimos hacer fotos en un taller.
Después de ver el taller de decoletaje (fabricación de tornillería y piezas casi microscópicas) nos dirigimos al taller de dentado de pistones. Allí nos regalaron a modo de souvenir diferentes piezas de relojes. He visitado cuatro manufacturas y esta ha sido la única que ha tenido este simpático detalle.
Taller de ensamblaje de áncoras
Curiosa información la que nos revelan en este espacio. La pala del áncora está pegada con una materia prima muy especial, goma –laca procedente de una especie de mariposas de Tailandia. Es una de las únicas manufacturas que emplea material tan exótico para tal fin en vez de resina epoxi.
Taller de engastado.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Nos enseñan los diferentes tipos de engastado y nos explican tres en concreto:
- Engastado tradicional – Las piezas se posicionan el línea y por la misma cara
- Engastado “nieve” – Las piezas no siguen un orden lineal, pero están posicionadas por la misma cara
- Engastado “nieve caótica” – Ni orden lineal ni posicionamiento por la misma cara.
Este taller (junto con el de esmaltado que no tuvimos la oportunidad de ver) se encuentran en el edificio originario, que data de 1833. Tuvimos que salir de las instalaciones modernas para adentrarnos en la parte antigua.
Es el único taller en el que no hubo gente trabajando durante nuestra visita. Observamos diferentes cajas Reverso grabadas y nos explicaron los principios del proceso; primero se dibuja el contorno con una punta seca, para posteriormente terminar el dibujo con buriles de diferente grosor.
Fotos por cortesía del Dpto. de RRPP de JLC
Después de la comida nos dirigimos ya por última vez a la manufactura a hacer lo que más nos gusta, jugar con las piezas.
Hago un resumen de las piezas que más me llamaron la atención.
Duomètre à Chronographe
Calibre Jaeger-LeCoultre: 380
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 390
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 50 Horas
Rubíes : 49
Barrilete : 2
Funciones: Horas, minutos , segundero, reserva de marcha doble, cronógrafo, contador de horas, contador de 30 minutos, contador de 60 segundos, unidad de minutos y segundero fulminante
Duomètre à Quantième Lunaire
Calibre Jaeger-LeCoultre: 381
Movimiento: Cuerda manual
Número de piezas : 369
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 50 Horas
Rubíes : 40
Barrilete : 2
Funciones: Fecha , horas – minutos, fases de la luna, segundero, segundero fulminante, reserva de marcha doble
Master Grande Tradition Tourbillon à Quantième Perpétuel
Calibre Jaeger-LeCoultre: 987
Movimiento: Automático
Número de piezas : 401
Alternancias por hora : 28800
Reserva de marcha : 48 Horas
Rubíes : 47
Alto : 8.15 mm
Funciones: Horas – Minutos, segundero, calendario perpetuo, fases de la luna, tourbillon
Master Eight Days Perpetual SQ
Calibre Jaeger-LeCoultre: 876SQ
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 260
Alternancias por hora : 28800
Reserva de marcha : 8 Días
Rubíes : 37
Barrilete : 2
Funciones: Horas – Minutos, calendario perpetuo, fases de la luna, indicación Día/Noche, reserva de marcha, z ona roja de seguridad
Master Minute Repeater
Calibre Jaeger-LeCoultre: 947
Movimiento: Cuerda Manual
Número de piezas : 413
Alternancias por hora : 21600
Reserva de marcha : 15 Días
Funciones: Horas – Minutos, repetición de minutos, indicación del par de los barriletes, reserva de marcha
Ya en la despedida, nuestro guía argentino (Eduardo) tuvo un detalle curioso conmigo. Hizo llamar al diseñador del Amvox II (reloj que yo portaba en ese momento) para que le conociera e intercambiara impresiones sobre el diseño.
Este ha sido el resumen de nuestra visita a Jaeger LeCoultre. Espero que os haya gustado.
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