Peterhansel
Milpostista
Sin verificar
SEIKO'S diver y Submarinos
Hola amigos. Este es un hilo sorpresa que ni tenía previsto hacer ni sabía cómo hacer, pero que estoy seguro que a más de uno le va a sorprender, porque si espera algo de aviones… se equivoca... en parte. Este va de submarinos, aunque sean un tanto especiales, como nuestros relojes.
¿Y por qué va de submarinos? Pues porque acaban de entrar dos nuevos relojes que he comprado y que francamente no tenía pensado adquirir. Todo empezó porque le prometí a mi hijo mayor que le regalaría un reloj “de verdad” cuando terminara el bachillerato. Como lo ha terminado y muy bien, pues a cumplir la promesa. Estuvimos viendo relojes y (bien aconsejado por mí…) nos fuimos directamente a modelos automáticos sin pasarse de presupuesto. La opción lógica eran los Seiko. Como mi chaval hace vela (sí, sí, no vuela…) buscamos modelos con WR 200m y el elegido fue el Seiko Atlas. Claro, en plena vorágine relojera, yo me pedí el Monster para mí…
Para esta adquisición estuve muy bien aconsejado por varios amigos: JR (Swiss Made), Juan Andrés (Susto), Antonio (Antoniolopez) y Santi (Santi). Muchas gracias a todos por vuestra ayuda.
También quiero agradecer especialmente a Jorge (Vortax) por compartir desinteresadamente sus muchos conocimientos sobre los modelos Seiko y sus características y al amigo Roberto (Mutter) por su magnífico trato y paciencia.
La presentación era obligada y aquí está, pero no quería poner solo unas fotos de los relojes sin algo añadido. Como se trata de modelos “diver”, me recordó un tema de submarinos, japoneses precisamente, que seguro es muy poco conocido por todos vosotros y que reúne una característica muy especial y curiosa: se trata de submarinos que llevaban aviones. Esta es la historia de los submarinos I-400.
Los Seiko Atlas y Monster y los submarinos I-400
Qué decir de estos modelos Seiko. Son de sobra conocidos en el foro, circulan muchos de ellos y los comentarios generales son muy positivos. Mi impresión al recibirlos fue que me parecía mentira la calidad general y el grado de acabado para unos modelos que son, no olvidemos, de la gama baja de la firma, y que tienen un precio muy contenido.
El Monster con esfera negra, visión general
Y un detalle de su esfera. A destacarr su gran luminosidad, una característica que buscaba para el mío.
La Armada Imperial Japonesa, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial y durante el mismo conflicto, desarrolló una variada serie de armas curiosas y originales, muchas veces tratando de compensar sus muchas carencias y limitaciones. La Armada Imperial o IJN (Imperial Japanese Navy) como se denomina en la extensa bibliografía anglosajona que existe, recibió una serie de cometidos y misiones que excedían con creces sus propias capacidades, debido principalmente a las limitaciones de Japón en cuanto a recursos estratégicos (petróleo sobre todo) y a la imposibilidad de disponer de un elevado número de unidades navales. Por ello la IJN desarrolló una muy buena flota de cruceros e incluso de destructores, aunque se equivocó totalmente en su programa de acorazados y portaaviones. Respecto a los segundos porque comprendieron demasiado tarde que era el buque del futuro y respecto a los primeros porque se empeñaron en malgastar unos vitales recursos en la construcción de los mayores acorazados de la Historia (Yamato y Mushashi), aunque no sirvieran absolutamente de nada.
Sin embargo desarrollaron una curiosa flota submarina con grandes navíos, necesarios para patrullar por el inmenso Pacífico, junto a otros muy pequeños para ataques a puertos. Probablemente el arma submarina japonesa de ese período sea de lo más desconocido, salvo los famosos submarinos “suicidas” (Kaiten, Kooyoteki, etc.). Hay sin embargo otros buques de este tipo muy, pero que muy especiales.
El submarino I-401 en navegación
La serie I-400 pasa por ser los submarinos más grandes desarrollados durante la última contienda mundial. Sus grandes dimensiones, 122 metros de eslora, y sobre todo su gran desplazamiento con más de 6.500 toneladas en inmersión, contrastan por ejemplo con las apenas 2.400 toneladas de desplazamiento de los submarinos clase “Gato” norteamericanos, los mayores construidos entonces por ese país y diseñados específicamente para el Pacífico. Contrasta este desplazamiento, por ejemplo, con el de un crucero pesado (unas 10.000 toneladas) y sobre todo con el de los cruceros ligeros, por debajo de las 5.000 toneladas.
El I-400 después de su captura por los norteamericanos.
Existen muy pocas imágenes de estos submarinos ya que todo lo que se construía en Japón durante la Guerra se hizo con muchísimo secreto, pero aunque esta imagen es bastante mala, se aprecia la gran diferencia de tamaño existente entre el I-400 (uno de los dos que fueron capturados por los americanos) y el submarino americano Blower (SS-325) a su costado.
El Seiko Atlas destaca por su esfera negra, sus agujas amarillas y por el bisel interior con función de brújula que se mueve con la corona situada a las nueve.
Detalle de la bonita esfera del Atlas
La gran particularidad de la serie I-400 no era tanto su tamaño si no su capacidad de transportar hasta tres aviones en un hangar interior. Esta es una capacidad única que muy pocos submarinos han tenido y que tampoco ha sido utilizada por otros países a excepción quizás de algún ensayo realizado por los británicos.
En la imagen el I-14, el I-400 y el I-401
Otra imagen del I-400 y del I-401 junto al buque USS Proteus.
Imagen del Seiko Atlas y del Monster, ambos con su armis. Realmente se aprecia una gran calidad de acbados.
Otra vista de la esfera del Atlas. Aunque su calibre es de los más sencillos y no presenta características nada sofisticadas como parada de segundero o remonte manual, se trata de un calibre fiable y probado que, una vez bien ajustado, puede acompañarnos durante muchos años.
El origen de la serie I-400 es bastante curioso. Probablemente todo el mundo haya oído hablar del almirante Isoruku Yamamoto, Almirante al mando de la Flota japonesa. Yamamoto tenía sin duda una mente privilegiada y a veces parece que era el único en todo Japón capaz de ver las cosas con claridad. Todas sus promesas se cumplieron, igual que todas sus predicciones que llevaban a Japón al desastre. Prometió que si se entraba en guerra con los Estados Unidos podría atacar con éxito durante uno o dos años a lo sumo, pero luego sería incapaz de frenar el potencial norteamericano.
Una de sus obsesiones fue la de tratar de llevar la guerra a los Estados Unidos, a sabiendas de que era solo cuestión de tiempo que éstos la llevaran a su país. Quería jugar sicológicamente con la población norteamericana haciéndola sentir la guerra en sus propias costas. Como esto era imposible hacerlo con unidades de superficie ideó una nueva arma: un gran submarino dotado de una autonomía tal que fuera capaz de realizar tres recorridos por la costa oeste norteamericana sin repostar y llevar un mínimo de dos aviones cada uno con capacidad de lanzar bombas de 1.000 libras.
Los estudios, que comenzaron en 1942, proporcionaron a Yamamoto un navío sin precedentes, con una autonomía de 37.500 millas (¡¡ casi 70.000 km !!) y con capacidad para transportar 3 pequeños aviones diseñados ex profeso. Había nacido el I-400.
El Seiko Atlas junto al Monster. Una de sus características que más me ha llamado la atención es la calidad de los armis que traen en origen. Si bien en el caso del Atlas es un poco más estándar y se nota en el propio ajuste del tamaño, operación muy sencilla de realizar y en la que se emplea menos de 5 minutos, en el caso del Monster se trata de un armis de muy buena calidad, solido y muy bien acabado, con buenos detalles como el cierre y la extensión para el traje de buceo. Aquí sin embargo la operación de ajuste del tamaño es algo complicada, ya que los pasadores incorporan unos casquillos de ajuste que hay que manejar cuidadosamente, sobre todo evitando perderlos. Hay en el foro varios tutoriales explicando cómo hacer esta operación, pero que nadie se asuste que tampoco es para tanto. Eso sí, hay que hacerlo con cuidado y puede llevarnos un rato.
La principal característica del I-400 era su hangar circular orientado a proa y la larga rampa de lanzamiento de los aviones mediante catapulta. Los aviones se encontraban estibados, plegados y parcialmente desmontados en el interior del hangar y debían ser sacados al exterior y preparados para el vuelo, operación relativamente compleja y larga que constituía la parte más delicada de las misiones del submarino al dejarle expuesto en superficie. Igualmente se disponía de una pequeña grúa plegable para recuperar los aviones (eran hidros obviamente) una vez regresaban de su misión.
En estas imágenes se puede ver el enorme tamaño de la vela del submarino con su armamento antiaéreo así como el hangar con su gran compuerta.
En esta impresión artística se puede ver el avbión, un modelo Aichi M6A Seiran, parcialmente montado y fuera de su hangar.
Y aquí el pequeño Seiran
Pese al incuestionable potencial de estos buques, sus capacidades fueron prácticamente desperdiciadas. Inicialmente se planificaron una serie de ataques sobre ciudades costeras americanas, según la idea original de Yamamoto, incluso utilizando armas bacteriológicas. Sin embargo estas acciones fueron anuladas a favor de una misión mucho más ambiciosa: atacar el Canal de Panamá.
La idea era mandar la flota al completo de los I-400 más dos submarinos de apoyo (el I-14 e I-15) que estando aún en construcción se modificarían para llevar dos Seiran adicionales cada unos. Con ello se atacaría con una fuerza de 10 aviones y con un armamento de torpedos especiales (2 aviones) para usar contra las exclusas del canal y el resto con bombas de 800 kg. La misión, de haber tenido éxito, hubiera supuesto un grave perjuicio para la flota norteamericana que se habría visto privada de esta vital vía de comunicación entre 6 y 9 meses.
La misión sin embargo sufrió continuos retrasos y cuando se pudo haber realizado ya se había perdido Okinawa, con lo que poco ya podía hacer Japón. La misión se canceló finalmente y los submarinos se rindieron en puerto japonés.
Imagen de una maqueta del I-400 con el Seiran listo para despegar. Se aprecia otro avión estibado en el hangar que demuestra lo que realmente condicionó el tamaño del mismo: la hélice del avión, algo que no se podía plegar de ninguna manera.
Para finalizar el Seiko Atlas y el I-400 en navegación.
Gracias por haber llegado hasta el final y espero que os haya gustado esta pequeña y poco conocida curiosidad histórica.
Saludos a todos.
Enlaces a otros de mis hilos mezclando relojes y aviación
Reloj AVIONICA y el Harrier:
https://relojes-especiales.com/threads/reloj-aviónica-y-el-harrier-muuuchas-fotos.123322/
Trilogía del Navitimer y el Tomcat
https://relojes-especiales.com/threads/breitling-navitimer-y-f-14-tomcat-parte-1.125193/
https://relojes-especiales.com/threads/un-navitimer-muy-especial-y-el-tomcat-segunda-parte.126601/
https://relojes-especiales.com/threads/breitling-navitimer-y-el-tomcat-3ª-parte.130231/
Hola amigos. Este es un hilo sorpresa que ni tenía previsto hacer ni sabía cómo hacer, pero que estoy seguro que a más de uno le va a sorprender, porque si espera algo de aviones… se equivoca... en parte. Este va de submarinos, aunque sean un tanto especiales, como nuestros relojes.
¿Y por qué va de submarinos? Pues porque acaban de entrar dos nuevos relojes que he comprado y que francamente no tenía pensado adquirir. Todo empezó porque le prometí a mi hijo mayor que le regalaría un reloj “de verdad” cuando terminara el bachillerato. Como lo ha terminado y muy bien, pues a cumplir la promesa. Estuvimos viendo relojes y (bien aconsejado por mí…) nos fuimos directamente a modelos automáticos sin pasarse de presupuesto. La opción lógica eran los Seiko. Como mi chaval hace vela (sí, sí, no vuela…) buscamos modelos con WR 200m y el elegido fue el Seiko Atlas. Claro, en plena vorágine relojera, yo me pedí el Monster para mí…
Para esta adquisición estuve muy bien aconsejado por varios amigos: JR (Swiss Made), Juan Andrés (Susto), Antonio (Antoniolopez) y Santi (Santi). Muchas gracias a todos por vuestra ayuda.
También quiero agradecer especialmente a Jorge (Vortax) por compartir desinteresadamente sus muchos conocimientos sobre los modelos Seiko y sus características y al amigo Roberto (Mutter) por su magnífico trato y paciencia.
La presentación era obligada y aquí está, pero no quería poner solo unas fotos de los relojes sin algo añadido. Como se trata de modelos “diver”, me recordó un tema de submarinos, japoneses precisamente, que seguro es muy poco conocido por todos vosotros y que reúne una característica muy especial y curiosa: se trata de submarinos que llevaban aviones. Esta es la historia de los submarinos I-400.
Los Seiko Atlas y Monster y los submarinos I-400
Qué decir de estos modelos Seiko. Son de sobra conocidos en el foro, circulan muchos de ellos y los comentarios generales son muy positivos. Mi impresión al recibirlos fue que me parecía mentira la calidad general y el grado de acabado para unos modelos que son, no olvidemos, de la gama baja de la firma, y que tienen un precio muy contenido.
El Monster con esfera negra, visión general
Y un detalle de su esfera. A destacarr su gran luminosidad, una característica que buscaba para el mío.
La Armada Imperial Japonesa, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial y durante el mismo conflicto, desarrolló una variada serie de armas curiosas y originales, muchas veces tratando de compensar sus muchas carencias y limitaciones. La Armada Imperial o IJN (Imperial Japanese Navy) como se denomina en la extensa bibliografía anglosajona que existe, recibió una serie de cometidos y misiones que excedían con creces sus propias capacidades, debido principalmente a las limitaciones de Japón en cuanto a recursos estratégicos (petróleo sobre todo) y a la imposibilidad de disponer de un elevado número de unidades navales. Por ello la IJN desarrolló una muy buena flota de cruceros e incluso de destructores, aunque se equivocó totalmente en su programa de acorazados y portaaviones. Respecto a los segundos porque comprendieron demasiado tarde que era el buque del futuro y respecto a los primeros porque se empeñaron en malgastar unos vitales recursos en la construcción de los mayores acorazados de la Historia (Yamato y Mushashi), aunque no sirvieran absolutamente de nada.
Sin embargo desarrollaron una curiosa flota submarina con grandes navíos, necesarios para patrullar por el inmenso Pacífico, junto a otros muy pequeños para ataques a puertos. Probablemente el arma submarina japonesa de ese período sea de lo más desconocido, salvo los famosos submarinos “suicidas” (Kaiten, Kooyoteki, etc.). Hay sin embargo otros buques de este tipo muy, pero que muy especiales.
El submarino I-401 en navegación
La serie I-400 pasa por ser los submarinos más grandes desarrollados durante la última contienda mundial. Sus grandes dimensiones, 122 metros de eslora, y sobre todo su gran desplazamiento con más de 6.500 toneladas en inmersión, contrastan por ejemplo con las apenas 2.400 toneladas de desplazamiento de los submarinos clase “Gato” norteamericanos, los mayores construidos entonces por ese país y diseñados específicamente para el Pacífico. Contrasta este desplazamiento, por ejemplo, con el de un crucero pesado (unas 10.000 toneladas) y sobre todo con el de los cruceros ligeros, por debajo de las 5.000 toneladas.
El I-400 después de su captura por los norteamericanos.
Existen muy pocas imágenes de estos submarinos ya que todo lo que se construía en Japón durante la Guerra se hizo con muchísimo secreto, pero aunque esta imagen es bastante mala, se aprecia la gran diferencia de tamaño existente entre el I-400 (uno de los dos que fueron capturados por los americanos) y el submarino americano Blower (SS-325) a su costado.
El Seiko Atlas destaca por su esfera negra, sus agujas amarillas y por el bisel interior con función de brújula que se mueve con la corona situada a las nueve.
Detalle de la bonita esfera del Atlas
La gran particularidad de la serie I-400 no era tanto su tamaño si no su capacidad de transportar hasta tres aviones en un hangar interior. Esta es una capacidad única que muy pocos submarinos han tenido y que tampoco ha sido utilizada por otros países a excepción quizás de algún ensayo realizado por los británicos.
En la imagen el I-14, el I-400 y el I-401
Otra imagen del I-400 y del I-401 junto al buque USS Proteus.
Imagen del Seiko Atlas y del Monster, ambos con su armis. Realmente se aprecia una gran calidad de acbados.
Otra vista de la esfera del Atlas. Aunque su calibre es de los más sencillos y no presenta características nada sofisticadas como parada de segundero o remonte manual, se trata de un calibre fiable y probado que, una vez bien ajustado, puede acompañarnos durante muchos años.
El origen de la serie I-400 es bastante curioso. Probablemente todo el mundo haya oído hablar del almirante Isoruku Yamamoto, Almirante al mando de la Flota japonesa. Yamamoto tenía sin duda una mente privilegiada y a veces parece que era el único en todo Japón capaz de ver las cosas con claridad. Todas sus promesas se cumplieron, igual que todas sus predicciones que llevaban a Japón al desastre. Prometió que si se entraba en guerra con los Estados Unidos podría atacar con éxito durante uno o dos años a lo sumo, pero luego sería incapaz de frenar el potencial norteamericano.
Una de sus obsesiones fue la de tratar de llevar la guerra a los Estados Unidos, a sabiendas de que era solo cuestión de tiempo que éstos la llevaran a su país. Quería jugar sicológicamente con la población norteamericana haciéndola sentir la guerra en sus propias costas. Como esto era imposible hacerlo con unidades de superficie ideó una nueva arma: un gran submarino dotado de una autonomía tal que fuera capaz de realizar tres recorridos por la costa oeste norteamericana sin repostar y llevar un mínimo de dos aviones cada uno con capacidad de lanzar bombas de 1.000 libras.
Los estudios, que comenzaron en 1942, proporcionaron a Yamamoto un navío sin precedentes, con una autonomía de 37.500 millas (¡¡ casi 70.000 km !!) y con capacidad para transportar 3 pequeños aviones diseñados ex profeso. Había nacido el I-400.
El Seiko Atlas junto al Monster. Una de sus características que más me ha llamado la atención es la calidad de los armis que traen en origen. Si bien en el caso del Atlas es un poco más estándar y se nota en el propio ajuste del tamaño, operación muy sencilla de realizar y en la que se emplea menos de 5 minutos, en el caso del Monster se trata de un armis de muy buena calidad, solido y muy bien acabado, con buenos detalles como el cierre y la extensión para el traje de buceo. Aquí sin embargo la operación de ajuste del tamaño es algo complicada, ya que los pasadores incorporan unos casquillos de ajuste que hay que manejar cuidadosamente, sobre todo evitando perderlos. Hay en el foro varios tutoriales explicando cómo hacer esta operación, pero que nadie se asuste que tampoco es para tanto. Eso sí, hay que hacerlo con cuidado y puede llevarnos un rato.
La principal característica del I-400 era su hangar circular orientado a proa y la larga rampa de lanzamiento de los aviones mediante catapulta. Los aviones se encontraban estibados, plegados y parcialmente desmontados en el interior del hangar y debían ser sacados al exterior y preparados para el vuelo, operación relativamente compleja y larga que constituía la parte más delicada de las misiones del submarino al dejarle expuesto en superficie. Igualmente se disponía de una pequeña grúa plegable para recuperar los aviones (eran hidros obviamente) una vez regresaban de su misión.
En estas imágenes se puede ver el enorme tamaño de la vela del submarino con su armamento antiaéreo así como el hangar con su gran compuerta.
En esta impresión artística se puede ver el avbión, un modelo Aichi M6A Seiran, parcialmente montado y fuera de su hangar.
Y aquí el pequeño Seiran
Pese al incuestionable potencial de estos buques, sus capacidades fueron prácticamente desperdiciadas. Inicialmente se planificaron una serie de ataques sobre ciudades costeras americanas, según la idea original de Yamamoto, incluso utilizando armas bacteriológicas. Sin embargo estas acciones fueron anuladas a favor de una misión mucho más ambiciosa: atacar el Canal de Panamá.
La idea era mandar la flota al completo de los I-400 más dos submarinos de apoyo (el I-14 e I-15) que estando aún en construcción se modificarían para llevar dos Seiran adicionales cada unos. Con ello se atacaría con una fuerza de 10 aviones y con un armamento de torpedos especiales (2 aviones) para usar contra las exclusas del canal y el resto con bombas de 800 kg. La misión, de haber tenido éxito, hubiera supuesto un grave perjuicio para la flota norteamericana que se habría visto privada de esta vital vía de comunicación entre 6 y 9 meses.
La misión sin embargo sufrió continuos retrasos y cuando se pudo haber realizado ya se había perdido Okinawa, con lo que poco ya podía hacer Japón. La misión se canceló finalmente y los submarinos se rindieron en puerto japonés.
Imagen de una maqueta del I-400 con el Seiran listo para despegar. Se aprecia otro avión estibado en el hangar que demuestra lo que realmente condicionó el tamaño del mismo: la hélice del avión, algo que no se podía plegar de ninguna manera.
Para finalizar el Seiko Atlas y el I-400 en navegación.
Gracias por haber llegado hasta el final y espero que os haya gustado esta pequeña y poco conocida curiosidad histórica.
Saludos a todos.
Enlaces a otros de mis hilos mezclando relojes y aviación
Reloj AVIONICA y el Harrier:
https://relojes-especiales.com/threads/reloj-aviónica-y-el-harrier-muuuchas-fotos.123322/
Trilogía del Navitimer y el Tomcat
https://relojes-especiales.com/threads/breitling-navitimer-y-f-14-tomcat-parte-1.125193/
https://relojes-especiales.com/threads/un-navitimer-muy-especial-y-el-tomcat-segunda-parte.126601/
https://relojes-especiales.com/threads/breitling-navitimer-y-el-tomcat-3ª-parte.130231/