Goldoff
Administrador de RE
Tripulación
Verificad@ con 2FA
Vale, seguramente no sea un reloj que nos vayamos a comprar, pero vale la pena ver en qué estrujan las meninges algunos privilegiados...
Fiel al estilo de Harry Winston, Histoire de Tourbillon 2 convierte la libertad creativa en una vocación. Los descentrados tan habituales en la marca se expresan de un modo subversivo que fuerza los límites de la concepción y el diseño: el tourbillon está acoplado a los segundos en las 9 horas, hay una indicación de día/noche en las 2 horas y una de minutos en las 6 horas y todas las indicaciones están aisladas en esferas descentradas e independientes entre sí: cada una cuenta con su propio espacio de expresión en una caja campeada en distintos niveles. Ocho cristales de zafiro ―cinco en la esfera, tres para las indicaciones temporales y tres en el fondo― marcan el ritmo de la caja, a modo de puertas de acceso a un mundo futurista donde la tecnología fragua el tiempo que pasa. La fuerza y la intensidad que emanan del reloj se potencian mediante una arquitectura de titanio que forma una fortificación de oro gris de 48,5 mm de diámetro.
Equipado con un movimiento mecánico de cuerda manual desarrollado en exclusiva para Harry Winston, Histoire de Tourbillon 2 ofrece a la reina de las complicaciones un palacio a su medida. Desde el primer momento, la mirada queda hipnotizada por las curvas del increíble mecanismo biaxial volante, un verdadero reto conceptual caracterizado por la ausencia de puente superior. Así pues, el tourbillon sólo cuenta con una base estable en el lado del movimiento, por lo que su fijación resulta invisible y de este modo, suspendido en el aire, ofrece a la mirada la magia fascinante de un juego de equilibrismo realizado a la perfección: se diría que está liberado del mecanismo que lo arrastra y parece flotar en plena libertad. Esta proeza técnica, que domina el reloj desde su cúpula de zafiro, se encuentra instalada en un amplio escenario. En la vertiginosa decoración se trabajan la perspectiva, la altura y la inclinación de 10 grados para resaltar mejor la profundidad de la caja del tourbillon.
Pero aún hay más complejidades: este tourbillon volante biaxial combina dos cajas concéntricas y ofrece una gran precisión, lo cual permite al elemento regulador realizar rotaciones multidimensionales. El efecto visual es espectacular: alojada en una gran cúpula que realiza una revolución en 120 segundos, la caja interna que alberga el balancín, la espiral y el escape realiza una vuelta completa en 40 segundos. Los acabados perlados, pulidos y microesferulados realizados a mano en la más pura tradición de la alta relojería resaltan los componentes del tourbillon en un extraordinario contraste de claroscuro. Este magnífico espectáculo de ballet ingrávido esconde una marcha con una precisión excelente, acentuada no sólo por el braceo de las posiciones, sino también por la ligereza y la resistencia de la caja exterior de titanio.
La caja ―con una luneta dividida en tres niveles, una verdadera garantía de estanqueidad― organiza la información sobre el tiempo. Aunque el tourbillon acapara el protagonismo, las horas y los minutos, instalados respectivamente en sus esferas en las 2 y las 6 horas, sorprenden por su diseño templado y ultracontemporáneo.
Su recorrido, resaltado por un realce biselado, está punteado por agujas resaltadas de color naranja que se desprenden de la esfera de opalina negra. Para facilitar aún más la legibilidad, las indicaciones de día/noche se distinguen por su color: naranja para el día y azul para la noche. Para terminar, dos aberturas de esfera adicionales completan la estética masculina de la pieza mediante una decoración guilloché lineal. En este reloj, el diseño es tan importante como la tecnología: pese que las indicaciones están descentradas, el equilibrio visual es perfecto. El fondo de la caja, que se abre a través de tres ventanas, deja ver la belleza del movimiento, cuyos puentes poseen un estilo depurado que acentúa la audacia retórica del tourbillon.
Histoire de Tourbillon 2, destinado a los amantes de la alta relojería anclada en el siglo XXI y enfocada a la innovación, marca estilo, con la estética de una obra de arte de la que se puede disfrutar cotidianamente y la tecnología de un instrumento que no sólo mide el tiempo, sino que además lo vive con energía y decisión.
.
Fiel al estilo de Harry Winston, Histoire de Tourbillon 2 convierte la libertad creativa en una vocación. Los descentrados tan habituales en la marca se expresan de un modo subversivo que fuerza los límites de la concepción y el diseño: el tourbillon está acoplado a los segundos en las 9 horas, hay una indicación de día/noche en las 2 horas y una de minutos en las 6 horas y todas las indicaciones están aisladas en esferas descentradas e independientes entre sí: cada una cuenta con su propio espacio de expresión en una caja campeada en distintos niveles. Ocho cristales de zafiro ―cinco en la esfera, tres para las indicaciones temporales y tres en el fondo― marcan el ritmo de la caja, a modo de puertas de acceso a un mundo futurista donde la tecnología fragua el tiempo que pasa. La fuerza y la intensidad que emanan del reloj se potencian mediante una arquitectura de titanio que forma una fortificación de oro gris de 48,5 mm de diámetro.
Equipado con un movimiento mecánico de cuerda manual desarrollado en exclusiva para Harry Winston, Histoire de Tourbillon 2 ofrece a la reina de las complicaciones un palacio a su medida. Desde el primer momento, la mirada queda hipnotizada por las curvas del increíble mecanismo biaxial volante, un verdadero reto conceptual caracterizado por la ausencia de puente superior. Así pues, el tourbillon sólo cuenta con una base estable en el lado del movimiento, por lo que su fijación resulta invisible y de este modo, suspendido en el aire, ofrece a la mirada la magia fascinante de un juego de equilibrismo realizado a la perfección: se diría que está liberado del mecanismo que lo arrastra y parece flotar en plena libertad. Esta proeza técnica, que domina el reloj desde su cúpula de zafiro, se encuentra instalada en un amplio escenario. En la vertiginosa decoración se trabajan la perspectiva, la altura y la inclinación de 10 grados para resaltar mejor la profundidad de la caja del tourbillon.
Pero aún hay más complejidades: este tourbillon volante biaxial combina dos cajas concéntricas y ofrece una gran precisión, lo cual permite al elemento regulador realizar rotaciones multidimensionales. El efecto visual es espectacular: alojada en una gran cúpula que realiza una revolución en 120 segundos, la caja interna que alberga el balancín, la espiral y el escape realiza una vuelta completa en 40 segundos. Los acabados perlados, pulidos y microesferulados realizados a mano en la más pura tradición de la alta relojería resaltan los componentes del tourbillon en un extraordinario contraste de claroscuro. Este magnífico espectáculo de ballet ingrávido esconde una marcha con una precisión excelente, acentuada no sólo por el braceo de las posiciones, sino también por la ligereza y la resistencia de la caja exterior de titanio.
La caja ―con una luneta dividida en tres niveles, una verdadera garantía de estanqueidad― organiza la información sobre el tiempo. Aunque el tourbillon acapara el protagonismo, las horas y los minutos, instalados respectivamente en sus esferas en las 2 y las 6 horas, sorprenden por su diseño templado y ultracontemporáneo.
Su recorrido, resaltado por un realce biselado, está punteado por agujas resaltadas de color naranja que se desprenden de la esfera de opalina negra. Para facilitar aún más la legibilidad, las indicaciones de día/noche se distinguen por su color: naranja para el día y azul para la noche. Para terminar, dos aberturas de esfera adicionales completan la estética masculina de la pieza mediante una decoración guilloché lineal. En este reloj, el diseño es tan importante como la tecnología: pese que las indicaciones están descentradas, el equilibrio visual es perfecto. El fondo de la caja, que se abre a través de tres ventanas, deja ver la belleza del movimiento, cuyos puentes poseen un estilo depurado que acentúa la audacia retórica del tourbillon.
Histoire de Tourbillon 2, destinado a los amantes de la alta relojería anclada en el siglo XXI y enfocada a la innovación, marca estilo, con la estética de una obra de arte de la que se puede disfrutar cotidianamente y la tecnología de un instrumento que no sólo mide el tiempo, sino que además lo vive con energía y decisión.
.
Archivos adjuntos
Última edición: