mape
De la casa
Sin verificar
Hola compañeros.
Con motivo de su 150 aniversario, la firma relojera suiza TAG Heuer viene ofreciendo una exposición de sus modelos más carismáticos a lo largo de su historia.
En está ocasión el sitio escogido para el acto fue la Relojería Alemana de Palma de Mallorca. Una casa cuya estadía siempre resulta agradable gracias al trato exquisito que brindan al visitante.
A todo esto, los organizadores tuvieron la gentileza de invitar a la inauguración oficial del evento a Relojes Especiales.
Un detalle que servidor, que por aquí anda, no iba a desaprovechar para hacer acto de presencia (a sus ordenes, jefe ).
Y ahora al lío.
Nada más entrar me llamó la atención un cartel.
La frase es del presidente de Honor de la marca, Jack Heuer. Me gustó el eslogan.
Como no podía ser de otra manera, Steve McQueen no faltó a la cita (hay que ver los de TH el jugo que le siguen sacando a una película de hace 40 años ).
En primer -y borroso - plano un Mónaco de 1969, primer cronógrafo automático de caja cuadrada estanca, con el calibre 11 en su interior.
También había un cronógrafo con una pinta estupenda. La prueba de que no miento aquí abajo.
Este en concreto es del año 1940 pero que sepáis que los primeros cronógrafos de la marca datan de 1882.
Hoooombre… el Carrera primigenio también estaba.
El primer Carrera, de cuerda manual, de 1964.
Este reloj lo lanzó Jack Heuer, actual presidente de Honor, como tributo de la carrera panamericana de Méjico celebrada de 1950 a 1954.
Le acompañaba a la derecha un cronógrafo de salpicadero Rally-Master de cuerda manual.
Se trata de la combinación del reloj Master Time –con reserva de marcha de ocho días- y el contador del salpicadero Monte-Carlo colocados sobre una misma placa de acero. Permitía leer a la vez la hora y el tiempo de trayecto (tiempo transcurrido durante una vuelta).
En esta otra imagen sacada de Internet podréis apreciar mejor el aparato.
Vaya, en esta otra vitrina había… un Daytona azul. Sí, he dicho azul. Además sin ningún logo en forma de corona en su dial.
Pues sí, resulta que Tag Heuer también tiene en su catalogo un reloj denominado así. Se trata de un modelo de 1975, calibre 12. El origen del nombre se debe al Ferrari 365 GTB/Daytona del que Jack Heuer, bisnieto del fundador de la marca Edouard Heuer, era reconocido admirador. A la vez que se rendía tributo a la famosa carrera americana de las 24 horas de Daytona.
A su lado un Monza de 1977.
El nombre del modelo es en honor al éxito obtenido por la escudería Ferrari en su asociación con Heuer durante toda una década, en especial el conseguido en el circuito italiano de Monza en 1975.
Sigamos con la colección automovilística.
Juntos estaban los Silverstone. El modelo original a la izquierda junto con su reedición.
Lanzado en 1974, recibe su nombre en honor al circuito ingles de F1. No olvidemos que Silverstone celebró en 1950 la carrera inaugural del primer campeonato del Mundo de Fórmula 1.
A la derecha, la reedición presentada este mismo año. La verdad es que es bonito de verdad, pero no os hagáis ilusiones. Se trata de una edición limitada a 1860 unidades.
Os dejo una foto del nuevo Silverstone, sacada de la web de la firma, para que apreciéis mejor su belleza (ya que no he sabido plasmarla )
Al otro lado de la pared había unas… ¿peceras?.
Parece ser que a éstos por viejos los echaron al agua. Algo parecido como hacían los inuits con sus mayores. O quizás no.
La cuestión es que ni se inmutaban. Hay que ver lo bien que se mantienen estos cuarentones. Están en plena forma. Aguantan lo que les echen… o dónde los echen, en su caso.
El de la izquierda parece ser un Yacht Timer del año 70, modelo 248470 con calibre 7710 y el de la derecha un Skipper.
Os pongo esta otra foto sacada de la red que se ve el Skipper con más nitidez (qué cosas, eh? ). Así podréis verlo mejor, pero el que os encaprichéis es cosa vuestra.
En esta otra foto pasado y presente, uno al lado del otro.
Ahora vamos con los modelos actuales.
Por supuesto no podía faltar la nueva colección Aquaracer.
Tampoco los F1.
Ni los Carrera.
Los Grand Carrera. Con sus calibres RS.
Preciosos.
Desde luego bonitos son un rato largo.
Los Mónaco.
Ufff, éstos Mónaco cada vez me resultan más tentadores.
No eran los únicos. En otra vitrina había más Mónaco. Pero si los anteriores ya me gustaban, imaginaos éstos.
Entre los Mónaco había un modelo que enseguida captó mi atención. Lo encontré francamente bonito; El Carrera calibre 1887. Su estética a lo vintage me cautivó.
Decidí no preguntar por sus mejoras respecto al calibre base japonés, no fuera que en vez de explicármelo optaran por retirararme la copa de cava que me acababan de ofrecer.
Otra foto, pero más de cerca.
Por cierto el que está a su derecha tampoco está nada mal. Otra reedición del Mónaco, pero con el calibre 17. Sólo hay 4.000 ejemplares. ¿Qué os parece si de este modelo hacemos una conjunta?
Mejor no…. No hay suficientes para todos.
Mira por donde… el famoso V4…
...pero no estaba expuesto. Para verlo había que levantar la vista de las vitrinas.
Una pena, después del controvertido hilo de Cirugiadigestiv me hubiera gustado verlo al natural.
También he de comentar que sobre el concepto pendular no hubo mención alguna, o al menos no la vi.
Y esto fue todo amigos. Ya sé que las fotografías dejan mucho que desear pero al menos os podéis hacer una idea de las maravillas que había expuestas.
No quiero terminar sin agradecer de nuevo a quienes nos invitaron por la atención mostrada en todo momento. Gracias.
Y a vosotros, agradeceros la lectura.
Un saludo.
P.S. Como penitencia de las horribles fotografías prometo a partir de YA darme un garbeo por el FcV de fotografía, a ver si me ofrecéis algo interesante.
Con motivo de su 150 aniversario, la firma relojera suiza TAG Heuer viene ofreciendo una exposición de sus modelos más carismáticos a lo largo de su historia.
En está ocasión el sitio escogido para el acto fue la Relojería Alemana de Palma de Mallorca. Una casa cuya estadía siempre resulta agradable gracias al trato exquisito que brindan al visitante.
A todo esto, los organizadores tuvieron la gentileza de invitar a la inauguración oficial del evento a Relojes Especiales.
Un detalle que servidor, que por aquí anda, no iba a desaprovechar para hacer acto de presencia (a sus ordenes, jefe ).
Y ahora al lío.
Nada más entrar me llamó la atención un cartel.
La frase es del presidente de Honor de la marca, Jack Heuer. Me gustó el eslogan.
Como no podía ser de otra manera, Steve McQueen no faltó a la cita (hay que ver los de TH el jugo que le siguen sacando a una película de hace 40 años ).
En primer -y borroso - plano un Mónaco de 1969, primer cronógrafo automático de caja cuadrada estanca, con el calibre 11 en su interior.
También había un cronógrafo con una pinta estupenda. La prueba de que no miento aquí abajo.
Este en concreto es del año 1940 pero que sepáis que los primeros cronógrafos de la marca datan de 1882.
Hoooombre… el Carrera primigenio también estaba.
El primer Carrera, de cuerda manual, de 1964.
Este reloj lo lanzó Jack Heuer, actual presidente de Honor, como tributo de la carrera panamericana de Méjico celebrada de 1950 a 1954.
Le acompañaba a la derecha un cronógrafo de salpicadero Rally-Master de cuerda manual.
Se trata de la combinación del reloj Master Time –con reserva de marcha de ocho días- y el contador del salpicadero Monte-Carlo colocados sobre una misma placa de acero. Permitía leer a la vez la hora y el tiempo de trayecto (tiempo transcurrido durante una vuelta).
En esta otra imagen sacada de Internet podréis apreciar mejor el aparato.
Vaya, en esta otra vitrina había… un Daytona azul. Sí, he dicho azul. Además sin ningún logo en forma de corona en su dial.
Pues sí, resulta que Tag Heuer también tiene en su catalogo un reloj denominado así. Se trata de un modelo de 1975, calibre 12. El origen del nombre se debe al Ferrari 365 GTB/Daytona del que Jack Heuer, bisnieto del fundador de la marca Edouard Heuer, era reconocido admirador. A la vez que se rendía tributo a la famosa carrera americana de las 24 horas de Daytona.
A su lado un Monza de 1977.
El nombre del modelo es en honor al éxito obtenido por la escudería Ferrari en su asociación con Heuer durante toda una década, en especial el conseguido en el circuito italiano de Monza en 1975.
Sigamos con la colección automovilística.
Juntos estaban los Silverstone. El modelo original a la izquierda junto con su reedición.
Lanzado en 1974, recibe su nombre en honor al circuito ingles de F1. No olvidemos que Silverstone celebró en 1950 la carrera inaugural del primer campeonato del Mundo de Fórmula 1.
A la derecha, la reedición presentada este mismo año. La verdad es que es bonito de verdad, pero no os hagáis ilusiones. Se trata de una edición limitada a 1860 unidades.
Os dejo una foto del nuevo Silverstone, sacada de la web de la firma, para que apreciéis mejor su belleza (ya que no he sabido plasmarla )
Al otro lado de la pared había unas… ¿peceras?.
Parece ser que a éstos por viejos los echaron al agua. Algo parecido como hacían los inuits con sus mayores. O quizás no.
La cuestión es que ni se inmutaban. Hay que ver lo bien que se mantienen estos cuarentones. Están en plena forma. Aguantan lo que les echen… o dónde los echen, en su caso.
El de la izquierda parece ser un Yacht Timer del año 70, modelo 248470 con calibre 7710 y el de la derecha un Skipper.
Os pongo esta otra foto sacada de la red que se ve el Skipper con más nitidez (qué cosas, eh? ). Así podréis verlo mejor, pero el que os encaprichéis es cosa vuestra.
En esta otra foto pasado y presente, uno al lado del otro.
Ahora vamos con los modelos actuales.
Por supuesto no podía faltar la nueva colección Aquaracer.
Tampoco los F1.
Ni los Carrera.
Los Grand Carrera. Con sus calibres RS.
Preciosos.
Desde luego bonitos son un rato largo.
Los Mónaco.
Ufff, éstos Mónaco cada vez me resultan más tentadores.
No eran los únicos. En otra vitrina había más Mónaco. Pero si los anteriores ya me gustaban, imaginaos éstos.
Entre los Mónaco había un modelo que enseguida captó mi atención. Lo encontré francamente bonito; El Carrera calibre 1887. Su estética a lo vintage me cautivó.
Decidí no preguntar por sus mejoras respecto al calibre base japonés, no fuera que en vez de explicármelo optaran por retirararme la copa de cava que me acababan de ofrecer.
Otra foto, pero más de cerca.
Por cierto el que está a su derecha tampoco está nada mal. Otra reedición del Mónaco, pero con el calibre 17. Sólo hay 4.000 ejemplares. ¿Qué os parece si de este modelo hacemos una conjunta?
Mejor no…. No hay suficientes para todos.
Mira por donde… el famoso V4…
...pero no estaba expuesto. Para verlo había que levantar la vista de las vitrinas.
Una pena, después del controvertido hilo de Cirugiadigestiv me hubiera gustado verlo al natural.
También he de comentar que sobre el concepto pendular no hubo mención alguna, o al menos no la vi.
Y esto fue todo amigos. Ya sé que las fotografías dejan mucho que desear pero al menos os podéis hacer una idea de las maravillas que había expuestas.
No quiero terminar sin agradecer de nuevo a quienes nos invitaron por la atención mostrada en todo momento. Gracias.
Y a vosotros, agradeceros la lectura.
Un saludo.
P.S. Como penitencia de las horribles fotografías prometo a partir de YA darme un garbeo por el FcV de fotografía, a ver si me ofrecéis algo interesante.
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