El Aqualand I es mi reloj fetiche.
Tuve un vintage en 1986, que buceó conmigo mucho tiempo. Me lo vendí ¡¡porque no podía ponerme camisas de manga larga con él, al ser tan grueso!!
Siempre me arrepentí de ello.
Cuando entré en esta locura relojeril, pensé que era imperdonable que no tuviese este reloj (para mi, el verdadero reloj/herramienta de buceo). Conseguí un ejemplar como el mío (un vintage, bitono, con marcas de uso pero en buen estado). Sin embargo, pese a que su dueño me aseguró que había pasado la prueba de estanqueidad, en el primer buceo, a 8 metros, le entró agua, y se reventaron las pilas.
No había reparación posible. Tengo la caja, en perfecto estado -que pensé en reparar con un movimiento de otro reloj- pero tras tener uno del modelo nuevo, creo que no merece la pena. Es probable que ponga a la venta esta caja.
Volvía a estar sin Aqualand, y quise llenar ese vacío enseguida. Sin embargo, y siguiendo el consejo del SAT de Citizen -que me dijo que era muy dificil encontrar repuestos- fui a por un modelo de la reedición, de tapa roscada y módulo mejorado. Conseguí uno algo usado, todo plateado. No lo metí en el agua, porque no quería arriesgarme a hacerlo sin pasar la prueba de estanqueidad. Antes de que llegase la ocasión, salió la oportunidad de conseguir un modelo sin estrenar, y en la versión bitono. Me hice con él, y puse a la venta el Aqualand todo acero (el único reloj que he vendido, por ahora). Se lo ha quedado un buzo de Barcelona.
Este flamante Aqualand bitono (el que veis en esta foto) ya es el definitivo. Por lo que se refiere a las correas, tenía claro que no iba a llevar su caucho original. Lo he llevado mucho tiempo, y para mi es demasiado rígido. Además, sus ondulaciones lo hacen tremendamente grueso, y contribuye aún más a a aumentar el grosor del reloj. Primero le puse una NATO Zulu negra, que creo le va super bien (para bucear lo llevo con una NATO similar, pero extra-larga, ya que si no, no puedo ponérmelo con la manga de neopreno del traje). Después (un poco más reconciliado con los cauchos), le compré también un caucho con deployante, que también es muy fino. Por último, vi en ebay un brazalete bitono, a juego con su caja, que salía muy bien de precio. A mi me gustan los brazaletes, y creo que le da un empaque especial al Aqualand (aunque enfatiza un poco más la apariencia "Diego cigala" de este reloj, con sus tonos dorados, que tanto me gusta en él).
Os pongo otra foto del Aqualand sólo con el brazalete. Aqui teneis un lateral.
Para que veais como le queda la NATO Zulu, os pongo una foto del vintage, que de apariencia está igual, pero ahora tiene las tripas rotas.
Supongo que, asustado por el caucho original Citizen, he estado huyendo de las correas de caucho, pero tenía ganas de probarlo. La verdad es que esta goma (me parece que es silicona) es muy fina y suave, y con el deployante está muy cómoda. Únicamente, que coge bastante pelusa, pero es realmente recomendable. Yo creo que es la correa más llevable de todas.
Pero este es el Aqualand I de bonito. Encontré otro Aqualand I en una tienda de segunda mano, a precio de derribo. Con marcas de uso, pero así, para bucear ya no me preocupo de él. le pusa pila y le hice la prueba de estanqueidad, y baja conmigo, como backup de mis ordenadores. Vive con el equipo de buceo.
Lo llevo con una zulu extralarga, para que me lo pueda poner sobre el traje de buceo.
Siempre he pensado y he dicho que el Citizen Aqualand I es el reloj de buceo por excelencia: Contundente y claro, a la vez que con una cierta elegancia en su diseño, y con la elemental complicación del profundímetro (esencial para que yo lo considere un reloj con el que ir bajo el agua).
En esta foto lo podeis ver en mi muñeca derecha, en compañía de su primo el Aqualand II, que también se quiso unir a la fiesta.