santiv
Habitual
Sin verificar
Como pasa el tiempo. Y parece que fue hace unos días, que encontré este foro, buscando información sobre un reloj de Breitling y me di de alta como usuario, sin saber las consecuencias que me traería!!
Eso fue a finales de abril de 2012 y sin parecerlo, ha pasado algo más de un año y ya he alcanzado 1000 mensajes. He tenido épocas más activas que otras, casi siempre por motivos de trabajo, aunque confieso que en algún momento también por estar algo decaído, por roces con algún forero (por suerte muy pocos) o estado de ánimo.
Como no podía ser de otro modo (esa llamada ley de Murphy), este momento me ha alcanzado justo cuando uno no puede ponerse con la cámara réflex a disparar las mejores fotos a los relojes, como tal vez requeriría la ocasión. Me hacía ilusión seguir la tradición del foro de compartir con vosotros la colección o, mejor dicho, el conjunto de relojes que poseo en este momento. Una gran mudanza y cambio de aires me lo impide. Pero tomar otra cámara de tipo compacta y disparar con la mejor de mis voluntades si está en mi mano, así que voy al lio. Pido disculpas de antemano por la calidad y algo de ruido de algunas fotos.
Ni son todos lo que están, ni están todos los que son. Pero después de compras, ventas, cambios y alguna “desaparición”, ahora mismo estos son los relojes que forman parte de mi “caja”.
Siempre me gustaron mucho los relojes, desde pequeño, como creo a muchos de vosotros. Pero no tuve la suerte de tener ninguno, hasta que mi novia (que más tarde se convertiría en mi mujer), me regaló un Lotus. A mi me parecía una maravilla y no se separó de mi muñeca en mucho, mucho tiempo, como mi único reloj. Todavía lo conservo, aunque necesita algunos “mimos” de relojero.
Allá por el 1999 y con perspectiva de casarnos, de nuevo mi novia, viendo desde siempre cómo observaba ciertos escaparates y se me caía la baba con ciertos relojes que en ese momento me parecían totalmente fuera de mi alcance, hizo un gran esfuerzo y me regaló un Breitling Crosswind. En realidad el modelo exacto era Breitling Windrider Crosswind. Sus excelentes acabados, color negro del dial con relieves, terminaciones en oro a las 12-3-6-9 en el bisel y botones del crono y la sutil vibración de la masa oscilante al girar, que uno podía sentir en la muñeca, colmaron todas mis aspiraciones relojeras, durante algunos años, hasta que lamentablemente me lo robaron. Todavía sigo buscando alguno parecido en el FCV, y como os contaba, fue el motivo por el que encontré este foro. Todo llegará y estoy seguro que encontraré de nuevo alguno en buen estado.
Y bueno, ese chasco me provocó que entrara en una etapa digamos de letargo sobre esta afición y que evitara realizar de nuevo una gran inversión en un reloj. Como surgía alguna que otra CRI de vez en cuando, las calmaba con algún que otro Citizen o Casio que se me ponía a tiro y que me llamaba la atención. De esa época solo conservo 2 y son un Casio Protek, que viene muy bien para todo tipo de batallas y no preocuparse demasiado por el reloj que llevas y un Citizen Promaster EcoDrive, un reloj que me ha acompañado a muchos lugares, sobretodo por la practicidad de ser un horas del mundo y ha llevado mucho “tute”, como su estado atestigua. En realidad fue mi primer diver, ya que es toda una “paellera” de 44mm, y WR 200m. Sigue funcionando como el primer día y su funcionamiento basado en la acumulación de luz solar siempre me ha parecido mucho mejor que las clásicas pilar de litio (y por supuesto mucho más ecológico).
Pero seguía echando de menos el Breitling o al menos, un reloj mecánico. Y ahí me decidí. Un Maurice Lacroix Grand Guichet con GMT parecía muy buena opción: automático, elegante, discreto. Un buen reloj para llevar con camisa, por la fina caja.
Lo malo es que ya había despertado de nuevo esa inquietud latente y ya puestos, ¿por qué no seguir buscando?
Llegaron muchos cambios y uno de ellos fue de país y de compañera de vida. Mira por donde llegó un regalo inesperado: un Mido All Dial crono, con una latiendo en su interior, ETA 7750 que nunca debe faltar. Una edición limitada con dial de carbono y caja de acero rosa troncocónica muy especial.
Ya lanzados, tenía que llegar alguno de las grandes. Y por qué no de Omega. Y el elegido fue el Seamaster 300M con bisel cerámico, evolución del mítico diver de James Bond. Muy mejorado respecto a su antecesor, con el calibre 2500D (basado en ETASA 2892), escape coaxial, espiral de silicio y una marcha de 25.500 alternancias, frente a las 28.800 originales. Tamaño casi perfecto de 41mm, certificado COSC, reserva de marcha de 48 horas, armys estéticamente discutible pero extremadamente cómodo, dial limpio con bellos reflejos reemplazando a las antiguas olas y superluminova de las mejores en índices y agujas son sus principales características.
Pero… ¿cómo podía faltar un Speedy? Considero que es un básico en cualquier colección, así que la única duda era entre el modelo “tradicional” con plexi y fondo ciego o el de doble zafiro. Hubo dos detalles que terminaron de decidirme: zafiro siempre que pueda escoger (le tomé manía al plexi) y el poder admirar en todo su esplendor el calibre de carga manual de origen Lemania. Y no me arrepiento en absoluto.
Y bueno una vez llegados a este punto y ya habiendo caído en las redes de este foro, se me contagiaron ciertos gustos por los divers “puros”. Y así, buscando alguno algo diferente a lo que tenía, que fuera cómodo en la muñeca y no se viera “enorme”, terminó llegando un Oris Small Seconds índices naranja. Un reloj que me pongo muchas más veces de lo que me había imaginado inicialmente. Su caja troncocónica hace que sus 47mm se conviertan en algunos menos.
Y entramos al último grupo, ya para mi más meditados, más acorde a mis gustos actuales y hay que decirlo, en un peldaño superior. Cuesta no recurrir a estos en la caja cada mañana. Pero al lío…
Jaeger LeCoultre Master Compressor Chrono
Una maravilla con medidas perfectas de 41.5mm, 72 horas de reserva de marcha y latiendo el calibre JLC 751 en su interior. Muy suave de movimiento. Otro reloj muy especial.
Montblanc Nicolas Rieussec
Llegó a mí de forma inesperada, pero se hizo un hueco inamovible en la caja. Manufactura de Montblanc, calibre automático R200 con 72 horas de reserva de marcha, doble barrilete y complicaciones como GMT, indicador día/noche y crono con accionamiento monopulsante, activando un disco que rota, en lugar de un subdial o aguja. Muy diferente al resto, digamos con cierto aire único de exclusividad, que no es fácil de ver en otros relojes. Confieso me encanta llevarlo en la muñeca en ciertas ocasiones.
IWC Portugues 7 días
Qué puedo decir de este reloj. Para mí siempre ha sido “el reloj”, pero claro, cada uno es cada uno. Tiene esa combinación de elegancia y deportividad que le dan cierta polivalencia. Equilibrado, tamaño perfecto de 42mm, esfera blanca con esas agujas azuladas “a fuego”, calibre manufactura IWC con 7 días reales de reserva de marcha, modelo revisado con 42 joyas. Resumiendo, una preciosidad de reloj que cuento esté siempre conmigo.
Panerai Luminor 270
No podía faltar un PAM en la colección, ¿no?
Y gracias a los consejos del que considero un buen amigo forero y gran entendedor de este mundo, opté por el más digamos completo. Caja 1950 de 44mm, calibre manufactura automático P2003 con reserva de marcha de 10 días, indicador de reserva lineal en el dial, GMT muy útil y ese cristal de zafiro abombado y corona tan particulares de Panerai. Todavía me sorprendo a veces de la belleza de la esfera y de la superluminova en los números (se nota su origen militar).
Rolex GMT Master II
Tampoco podía faltar un Rolex, ¿no?
Y para mis gustos y practicidad viajando (viajo bastante), uso bastante la función GMT, como podéis ver en las características de varias de mis piezas, por lo que el modelo GMT ha sido siempre mi preferido.
Este con brazalete reforzado (muy mejorado) y microajuste muy práctico para verano/invierno, bisel cerámico, movimiento 3186 con espiral Parachrom azul, certificado COSC, clásica “lupa” para la fecha y para mí, discutible cristal de zafiro con un tratamiento AR pésimo (es que en realidad no tiene). Algo que creo Rolex debería mejorar. Aparte de este detalle y de cómo no, la “pobre” tapa lisa del fondo, es un gran reloj.
Blancpain Fifty Fathoms “Dark Knight”
Y llegamos al último. Si el Portugués es para mi “el reloj” este es “el diver”, aunque lo podríamos considerar más un reloj sport.
No me surgen calificativos para escribirlo en toda su plenitud: precioso, perfecto en sus medidas a pesar de sus 45mm, acabados de alta relojería en todas sus facetas, calibre manufactura 1315 que merece la pena observar (este modelo tiene fondo visto con masa oscilante impresionante), reserva de marcha de más de 5 días reales, cristal con reflejos violetas únicos, y un largo etc. de sensaciones, que me costaría mencionaros aquí. Solo deciros que se ve y se siente como un auténtico representante de alta relojería, casi os diría el que más de todos los que he tenido o tengo.
Para terminar, una foto de familia, en su caja (al menos los principales)
En fin, eso es todo por ahora. Espero no haberos aburrido demasiado y os doy las gracias por llegar hasta aquí.
Nos vemos por el foro o tomando alguna caña por ahí
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Eso fue a finales de abril de 2012 y sin parecerlo, ha pasado algo más de un año y ya he alcanzado 1000 mensajes. He tenido épocas más activas que otras, casi siempre por motivos de trabajo, aunque confieso que en algún momento también por estar algo decaído, por roces con algún forero (por suerte muy pocos) o estado de ánimo.
Como no podía ser de otro modo (esa llamada ley de Murphy), este momento me ha alcanzado justo cuando uno no puede ponerse con la cámara réflex a disparar las mejores fotos a los relojes, como tal vez requeriría la ocasión. Me hacía ilusión seguir la tradición del foro de compartir con vosotros la colección o, mejor dicho, el conjunto de relojes que poseo en este momento. Una gran mudanza y cambio de aires me lo impide. Pero tomar otra cámara de tipo compacta y disparar con la mejor de mis voluntades si está en mi mano, así que voy al lio. Pido disculpas de antemano por la calidad y algo de ruido de algunas fotos.
Ni son todos lo que están, ni están todos los que son. Pero después de compras, ventas, cambios y alguna “desaparición”, ahora mismo estos son los relojes que forman parte de mi “caja”.
Siempre me gustaron mucho los relojes, desde pequeño, como creo a muchos de vosotros. Pero no tuve la suerte de tener ninguno, hasta que mi novia (que más tarde se convertiría en mi mujer), me regaló un Lotus. A mi me parecía una maravilla y no se separó de mi muñeca en mucho, mucho tiempo, como mi único reloj. Todavía lo conservo, aunque necesita algunos “mimos” de relojero.
Allá por el 1999 y con perspectiva de casarnos, de nuevo mi novia, viendo desde siempre cómo observaba ciertos escaparates y se me caía la baba con ciertos relojes que en ese momento me parecían totalmente fuera de mi alcance, hizo un gran esfuerzo y me regaló un Breitling Crosswind. En realidad el modelo exacto era Breitling Windrider Crosswind. Sus excelentes acabados, color negro del dial con relieves, terminaciones en oro a las 12-3-6-9 en el bisel y botones del crono y la sutil vibración de la masa oscilante al girar, que uno podía sentir en la muñeca, colmaron todas mis aspiraciones relojeras, durante algunos años, hasta que lamentablemente me lo robaron. Todavía sigo buscando alguno parecido en el FCV, y como os contaba, fue el motivo por el que encontré este foro. Todo llegará y estoy seguro que encontraré de nuevo alguno en buen estado.
Y bueno, ese chasco me provocó que entrara en una etapa digamos de letargo sobre esta afición y que evitara realizar de nuevo una gran inversión en un reloj. Como surgía alguna que otra CRI de vez en cuando, las calmaba con algún que otro Citizen o Casio que se me ponía a tiro y que me llamaba la atención. De esa época solo conservo 2 y son un Casio Protek, que viene muy bien para todo tipo de batallas y no preocuparse demasiado por el reloj que llevas y un Citizen Promaster EcoDrive, un reloj que me ha acompañado a muchos lugares, sobretodo por la practicidad de ser un horas del mundo y ha llevado mucho “tute”, como su estado atestigua. En realidad fue mi primer diver, ya que es toda una “paellera” de 44mm, y WR 200m. Sigue funcionando como el primer día y su funcionamiento basado en la acumulación de luz solar siempre me ha parecido mucho mejor que las clásicas pilar de litio (y por supuesto mucho más ecológico).
Pero seguía echando de menos el Breitling o al menos, un reloj mecánico. Y ahí me decidí. Un Maurice Lacroix Grand Guichet con GMT parecía muy buena opción: automático, elegante, discreto. Un buen reloj para llevar con camisa, por la fina caja.
Lo malo es que ya había despertado de nuevo esa inquietud latente y ya puestos, ¿por qué no seguir buscando?
Llegaron muchos cambios y uno de ellos fue de país y de compañera de vida. Mira por donde llegó un regalo inesperado: un Mido All Dial crono, con una latiendo en su interior, ETA 7750 que nunca debe faltar. Una edición limitada con dial de carbono y caja de acero rosa troncocónica muy especial.
Ya lanzados, tenía que llegar alguno de las grandes. Y por qué no de Omega. Y el elegido fue el Seamaster 300M con bisel cerámico, evolución del mítico diver de James Bond. Muy mejorado respecto a su antecesor, con el calibre 2500D (basado en ETASA 2892), escape coaxial, espiral de silicio y una marcha de 25.500 alternancias, frente a las 28.800 originales. Tamaño casi perfecto de 41mm, certificado COSC, reserva de marcha de 48 horas, armys estéticamente discutible pero extremadamente cómodo, dial limpio con bellos reflejos reemplazando a las antiguas olas y superluminova de las mejores en índices y agujas son sus principales características.
Pero… ¿cómo podía faltar un Speedy? Considero que es un básico en cualquier colección, así que la única duda era entre el modelo “tradicional” con plexi y fondo ciego o el de doble zafiro. Hubo dos detalles que terminaron de decidirme: zafiro siempre que pueda escoger (le tomé manía al plexi) y el poder admirar en todo su esplendor el calibre de carga manual de origen Lemania. Y no me arrepiento en absoluto.
Y bueno una vez llegados a este punto y ya habiendo caído en las redes de este foro, se me contagiaron ciertos gustos por los divers “puros”. Y así, buscando alguno algo diferente a lo que tenía, que fuera cómodo en la muñeca y no se viera “enorme”, terminó llegando un Oris Small Seconds índices naranja. Un reloj que me pongo muchas más veces de lo que me había imaginado inicialmente. Su caja troncocónica hace que sus 47mm se conviertan en algunos menos.
Y entramos al último grupo, ya para mi más meditados, más acorde a mis gustos actuales y hay que decirlo, en un peldaño superior. Cuesta no recurrir a estos en la caja cada mañana. Pero al lío…
Jaeger LeCoultre Master Compressor Chrono
Una maravilla con medidas perfectas de 41.5mm, 72 horas de reserva de marcha y latiendo el calibre JLC 751 en su interior. Muy suave de movimiento. Otro reloj muy especial.
Montblanc Nicolas Rieussec
Llegó a mí de forma inesperada, pero se hizo un hueco inamovible en la caja. Manufactura de Montblanc, calibre automático R200 con 72 horas de reserva de marcha, doble barrilete y complicaciones como GMT, indicador día/noche y crono con accionamiento monopulsante, activando un disco que rota, en lugar de un subdial o aguja. Muy diferente al resto, digamos con cierto aire único de exclusividad, que no es fácil de ver en otros relojes. Confieso me encanta llevarlo en la muñeca en ciertas ocasiones.
IWC Portugues 7 días
Qué puedo decir de este reloj. Para mí siempre ha sido “el reloj”, pero claro, cada uno es cada uno. Tiene esa combinación de elegancia y deportividad que le dan cierta polivalencia. Equilibrado, tamaño perfecto de 42mm, esfera blanca con esas agujas azuladas “a fuego”, calibre manufactura IWC con 7 días reales de reserva de marcha, modelo revisado con 42 joyas. Resumiendo, una preciosidad de reloj que cuento esté siempre conmigo.
Panerai Luminor 270
No podía faltar un PAM en la colección, ¿no?
Y gracias a los consejos del que considero un buen amigo forero y gran entendedor de este mundo, opté por el más digamos completo. Caja 1950 de 44mm, calibre manufactura automático P2003 con reserva de marcha de 10 días, indicador de reserva lineal en el dial, GMT muy útil y ese cristal de zafiro abombado y corona tan particulares de Panerai. Todavía me sorprendo a veces de la belleza de la esfera y de la superluminova en los números (se nota su origen militar).
Rolex GMT Master II
Tampoco podía faltar un Rolex, ¿no?
Y para mis gustos y practicidad viajando (viajo bastante), uso bastante la función GMT, como podéis ver en las características de varias de mis piezas, por lo que el modelo GMT ha sido siempre mi preferido.
Este con brazalete reforzado (muy mejorado) y microajuste muy práctico para verano/invierno, bisel cerámico, movimiento 3186 con espiral Parachrom azul, certificado COSC, clásica “lupa” para la fecha y para mí, discutible cristal de zafiro con un tratamiento AR pésimo (es que en realidad no tiene). Algo que creo Rolex debería mejorar. Aparte de este detalle y de cómo no, la “pobre” tapa lisa del fondo, es un gran reloj.
Blancpain Fifty Fathoms “Dark Knight”
Y llegamos al último. Si el Portugués es para mi “el reloj” este es “el diver”, aunque lo podríamos considerar más un reloj sport.
No me surgen calificativos para escribirlo en toda su plenitud: precioso, perfecto en sus medidas a pesar de sus 45mm, acabados de alta relojería en todas sus facetas, calibre manufactura 1315 que merece la pena observar (este modelo tiene fondo visto con masa oscilante impresionante), reserva de marcha de más de 5 días reales, cristal con reflejos violetas únicos, y un largo etc. de sensaciones, que me costaría mencionaros aquí. Solo deciros que se ve y se siente como un auténtico representante de alta relojería, casi os diría el que más de todos los que he tenido o tengo.
Para terminar, una foto de familia, en su caja (al menos los principales)
En fin, eso es todo por ahora. Espero no haberos aburrido demasiado y os doy las gracias por llegar hasta aquí.
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que seguro que ya lo tienes en mente , gracias por mostrar 
