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De la casa
Sin verificar
Solera Blind Tasting Fraternity reúne los siete mejores caldos de España en una cata histórica.
Nueva York acaba de ser testigo de una de esas cosas que sólo se ven una vez en la vida: una cata de todos los vinos españoles con 100 puntos Parker, calificación que otorga 'Wine Advocate', la publicación más influyente del mundo. En total, siete caldos, casi todos del año 2004, difíciles de conseguir, y además, muy caros, pues las botellas costaron más de 3.000 dólares.
Los vinos de esta cata histórica eran de Rioja (El Pisón 2004, Contador 2004, Remírez de Ganuza Gran Reserva 2004), Toro (Termanthia 2004), Priorato (Clos Erasmus 2005) y Ribera del Duero (Vega Sicilia Único 1962 y Pingus 2004), a los que se sumó como sorpresa un Único 2004. Y los agraciados paladares que los probaron fueron los miembros del SBTF (Solera Blind Tasting Fraternity), un club de vino neoyorquino que tuvo tan innovadora iniciativa.
No es un club cualquiera. Éste tiene sabor español. "Lo fundé con cinco amigos de Nueva York para hacer catas ciegas de los mejores vinos del mundo mientras cenamos en Solera, que lleva 22 años abierto y es propiedad de Rufino López, miembro del club", explica Ángel de la Fuente, fundador de SBTF y conocido en la ciudad por su trabajo como banquero de inversiones en Wall Street y por haber fundado también el Club Gardoqui. Las andanzas del club están al alcance de cualquiera en Twitter a través de @sbtfny y @solerany.
Normalmente cada uno lleva una botella sorpresa alrededor de un tema que eligen. Yluego invitan a bodegueros, enólogos y críticos famosos. En esta ocasión, asistió Neal Martin, crítico de Wine Advocate para España hasta hace justo dos semanas, cuando se anunció que pasará a revisar la Borgoña. Le acompañaron Pablo Álvarez, CEO de Vega Sicilia, y Ed Misltein, uno de los principales coleccionistas de vino americanos.
El ganador
Como era de esperar, los vinos no defraudaron, si bien fue "una cata muy difícil", como advierte otro catador. "Había varios vinos con un corte muy similar que daban la sensación de que están hechos para catar/impresionar/conseguir muchos puntos en vez de para beber", añade. Un estilo de vino que en algunos casos tenía más que ver con el paladar de Parker y su crítico en España en aquella época, Jay Miller, que fue quien dio todos los 100 puntos (excepto del Único 1962, otorgado por Martin).
De ahí que la asistencia de este último diera un interés adicional a la cita, pues fue su colega Miller el encargado de ensalzar los caldos catados.¿El ganador? Los paladares que asistieron a la cata (ciega, por supuesto) se quedaron con el Único 1962. "Es la razón por la que bebo vino", apunta De la Fuente. "Revela el secreto de la eterna juventud: nadie diría que tiene 51 años", concluye. "Etéreo y eterno", añade Martin.
Tras él, El Pisón fue el segundo favorito del grupo y también de Martín y de De la Fuente, así como de otros dos catadores. Por contra, Clos Erasmus fue el que menos gustó. Y eso que, curiosamente, fue la botella más cara.
fuente. expansión.
Nueva York acaba de ser testigo de una de esas cosas que sólo se ven una vez en la vida: una cata de todos los vinos españoles con 100 puntos Parker, calificación que otorga 'Wine Advocate', la publicación más influyente del mundo. En total, siete caldos, casi todos del año 2004, difíciles de conseguir, y además, muy caros, pues las botellas costaron más de 3.000 dólares.
Los vinos de esta cata histórica eran de Rioja (El Pisón 2004, Contador 2004, Remírez de Ganuza Gran Reserva 2004), Toro (Termanthia 2004), Priorato (Clos Erasmus 2005) y Ribera del Duero (Vega Sicilia Único 1962 y Pingus 2004), a los que se sumó como sorpresa un Único 2004. Y los agraciados paladares que los probaron fueron los miembros del SBTF (Solera Blind Tasting Fraternity), un club de vino neoyorquino que tuvo tan innovadora iniciativa.
No es un club cualquiera. Éste tiene sabor español. "Lo fundé con cinco amigos de Nueva York para hacer catas ciegas de los mejores vinos del mundo mientras cenamos en Solera, que lleva 22 años abierto y es propiedad de Rufino López, miembro del club", explica Ángel de la Fuente, fundador de SBTF y conocido en la ciudad por su trabajo como banquero de inversiones en Wall Street y por haber fundado también el Club Gardoqui. Las andanzas del club están al alcance de cualquiera en Twitter a través de @sbtfny y @solerany.
Normalmente cada uno lleva una botella sorpresa alrededor de un tema que eligen. Yluego invitan a bodegueros, enólogos y críticos famosos. En esta ocasión, asistió Neal Martin, crítico de Wine Advocate para España hasta hace justo dos semanas, cuando se anunció que pasará a revisar la Borgoña. Le acompañaron Pablo Álvarez, CEO de Vega Sicilia, y Ed Misltein, uno de los principales coleccionistas de vino americanos.
El ganador
Como era de esperar, los vinos no defraudaron, si bien fue "una cata muy difícil", como advierte otro catador. "Había varios vinos con un corte muy similar que daban la sensación de que están hechos para catar/impresionar/conseguir muchos puntos en vez de para beber", añade. Un estilo de vino que en algunos casos tenía más que ver con el paladar de Parker y su crítico en España en aquella época, Jay Miller, que fue quien dio todos los 100 puntos (excepto del Único 1962, otorgado por Martin).
De ahí que la asistencia de este último diera un interés adicional a la cita, pues fue su colega Miller el encargado de ensalzar los caldos catados.¿El ganador? Los paladares que asistieron a la cata (ciega, por supuesto) se quedaron con el Único 1962. "Es la razón por la que bebo vino", apunta De la Fuente. "Revela el secreto de la eterna juventud: nadie diría que tiene 51 años", concluye. "Etéreo y eterno", añade Martin.
Tras él, El Pisón fue el segundo favorito del grupo y también de Martín y de De la Fuente, así como de otros dos catadores. Por contra, Clos Erasmus fue el que menos gustó. Y eso que, curiosamente, fue la botella más cara.
fuente. expansión.