MIG3
Relojes del papel couché.
Sin verificar
Los intereses de los bonos a dos y tres años caen a niveles de hace cinco meses.
El ultimátum del presidente del BCE en la víspera –«o compra de bonos a medio plazo, o fin del euro»– sentó tan bien al Gobierno como a los tenedores de estos títulos de deuda española. El Ejecutivo verá reducido el coste de su financiación hasta a tres años (la que más cuesta al Estado, por su alto coste y corto vencimiento) y los inversores tendrán un comprador fijo para sus movimientos de desinversión y búsqueda de liquidez en el mercado secundario. No hay nada como un plan de estímulo decidido y el anuncio de un «rescate silencioso» para provocar que la liquidez vuelva a las plazas de deuda, y así fue. Pasó el 24 de julio, con aquellas palabras mágicas del italiano y volvió a suceder ayer.
El ultimátum del presidente del BCE en la víspera –«o compra de bonos a medio plazo, o fin del euro»– sentó tan bien al Gobierno como a los tenedores de estos títulos de deuda española. El Ejecutivo verá reducido el coste de su financiación hasta a tres años (la que más cuesta al Estado, por su alto coste y corto vencimiento) y los inversores tendrán un comprador fijo para sus movimientos de desinversión y búsqueda de liquidez en el mercado secundario. No hay nada como un plan de estímulo decidido y el anuncio de un «rescate silencioso» para provocar que la liquidez vuelva a las plazas de deuda, y así fue. Pasó el 24 de julio, con aquellas palabras mágicas del italiano y volvió a suceder ayer.