ruizcasas
Forer@ Senior
Sin verificar
Buenos días, foreros
el viernes, aprovechando que estábamos fuera, alguien reventó el bombín de nuestra puerta y el de la vecina de enfrente. A ella no le robaron nada (al parecer buscan dinero y oro u otras cosas fácilmente convertibles). A mí me sustrajeron una hucha en la que iba metiendo de vez en cuando monedas de dos euros y en la que no habría más de cincuenta o sesenta euros; y, lo que es peor, tres estilográicas: una Sailor Sapporo que había comprado a un forero, una MB 122 y, todavía no me repongo del golpe, la MB 146 que mi padre me regalara cuando estaba aún en el bachillerato y que me acompañó durante la carrera, las oposiciones y durante mi vida laboral.
Sé que las cosas, cosas son, pero algunas tienen algo parecido a un alma.
Pero todo esto me ha hecho reflexionar en cuan afortunado soy: tengo un hogar, una familia y un trabajo. No tengo que salir de mi casa con lo puesto porque fuera caen bombas y mis hijos crecen con salud, en un entorno agradable y con una familia que les guía y apoya. No pienso vivir con miedo - eso sí, voy a cambiar la cerradura por una de más seguridad -. Y me quedan otra veintena de estilográficas para disfrutar de este vicio.
Un abrazo a todos
el viernes, aprovechando que estábamos fuera, alguien reventó el bombín de nuestra puerta y el de la vecina de enfrente. A ella no le robaron nada (al parecer buscan dinero y oro u otras cosas fácilmente convertibles). A mí me sustrajeron una hucha en la que iba metiendo de vez en cuando monedas de dos euros y en la que no habría más de cincuenta o sesenta euros; y, lo que es peor, tres estilográicas: una Sailor Sapporo que había comprado a un forero, una MB 122 y, todavía no me repongo del golpe, la MB 146 que mi padre me regalara cuando estaba aún en el bachillerato y que me acompañó durante la carrera, las oposiciones y durante mi vida laboral.
Sé que las cosas, cosas son, pero algunas tienen algo parecido a un alma.
Pero todo esto me ha hecho reflexionar en cuan afortunado soy: tengo un hogar, una familia y un trabajo. No tengo que salir de mi casa con lo puesto porque fuera caen bombas y mis hijos crecen con salud, en un entorno agradable y con una familia que les guía y apoya. No pienso vivir con miedo - eso sí, voy a cambiar la cerradura por una de más seguridad -. Y me quedan otra veintena de estilográficas para disfrutar de este vicio.
Un abrazo a todos