S
sirtoti
Habitual
Sin verificar
Este verano he movido muchas plumas, y al acabar este mes, el domingo para ser exactos, hice "inventario" de qué me quedaba de la marca japonesa. Descubrí que, para mí sorpresa, tengo más viudas de las que creía. Para colores, Platinum, y de las Pilot de colores no me quedan más que un par.
También me percaté de que, como en Sailor, acabo prefiriendo las plumas vintage a las actuales, especialmente el tramo de finales de los 70 y principios de los 80. Curiosamente, también pertenecen la mayoría (3) a la serie Grandée, aunque aquí solo pondré dos de ellas. Estuve tentado de incluir una Dunhill-Namiki, porque lleva el mismo plumín que la Bamboo y además utiliza los cartuchos de la marca, pero creo que mejor en otro momento.
Las plumas que salieron en la operación veraniega no fueron pocas, pero, como suele suceder, entraron nuevas en una ratio muy próxima al 1:1.
Ahora mismo, conservo 6 viudas Pilot, y ya que las tenía aseadas y clasificadas, aproveché para sacarles unas fotos que poner en el foro a cinco de ellas. Todas son plumas que entran en rotación con frecuencia, porque escriben espectacularmente bien (quizás la Capless moderna es la que tiene peor comportamiento). Hace tiempo que llegué a la conclusión de que, si te gustan los puntos finos, en las Sailor, Platinum, y Pilot está tu habitat, y en modernas me quedo sólo con Platinum. De Sailor y Pilot prefiero los puntos antiguos.
En vez del orden cronológico, voy a ponerlas por orden alfabético, que es como mi ordenador organiza las fotos por defecto y lo mismo hace el host que utilizo, postimage.
La primera de las viudas es una Pilot Bamboo. También hay la versión de Namiki, pero sólo en acero. Ésta está fabricada en resina negra con remates rodiados. Es una pluma un tanto inusual, bastante lograda, y que cuyas evocadoras formas ratifican el nombre dado. La firma japonesa decidió dejar el diseño de esta pluma en manos de la francesa Juliette Bonnamour.
Me parece un diseño bastante logrado, destacando tres aspectos: El corte oblicuo de los extremos de cuerpo y capuchón; la sección entre el agarre y el cuerpo; y las dimensiones, que la hacen parecer grande pero es en realidad una pluma de tamaño contenido, intermedio. De hecho, pesa 33 gramos y mide 15 cm cerrada, pero abierta el peso se reduce un tercio y la pluma queda en una longitud de 13 centímetro que la hace manejable y cómoda.
Quizás una de las cosas que menos me gusta de la marca Pilot son sus cargadores. En esta ocasión, la propia pluma venía con un con-70.
El plumín me gusta especialmente. Es un número 10. Algunos opinan que un 15 no le vendría mal, pero a mí me parece un tamaño adecuado para escribir con la pluma en cualquier inclinación. Me hace mucha gracia el reborde "frosted", y si tenemos en cuenta que el propio grabado de los plumiens Pilot tiene ya de por sí un toque vegetal, para mi gusto le va que ni pintado.
Las siguientes van juntas, porque corresponden a distintas épocas pero se trata del mismo invento. Sólo tres años separan a estas hermanas. Una Capless Stealth de finales de los 90 y una Capless en laca negra y remates dorados del 2001. Lo cierto es que el modelo viejo parece muy similar al actual puestas una al lado de la otra, pero las diferencias son en realidad bastante grandes. De longitud, en posición de reposo, la moderna es casi medio cm más larga (14cm) que el modelo antiguo (13,6cm). Pero en peso, la moderna pesa casi el doble que su antecesora (31 gramos de la moderna frente a los 18 del modelo antiguo). En cuanto al plumín, es el mismo. Más adelante se pondrían a estas plumas plumines de 18k, pero en un principio, y durante décadas, llevaron unos de 14k, más flexibles cuanto más antiguos. En esta comparativa, el Namiki, sin llegar a ser semiflexible, puede duplicar su trazo con facilidad.
Las dos que restan son unas plumas del 79 una y del 85 la otra, por lo que, aún perteneciendo ambas a la serie Grandée, son muy distintas. Claro que también influye el hecho de que una sea una Custom y la otra una Urushi, que, como su nombre indica, está lacada con dicho material.
Los plumines de ambas son sensacionales. Los plumines F modernos de Pilot me resultan un poco escasos de flujo, quizás porque ahora tiende a utilizarse un papel más barato y poroso, y en esas circunstancias tienden a ramificar menos cuanto más finas y secas son. Estos dos plumines, ambos de punto Fino, son jugosos, y mucho más parecidos a un EF europeo. Tienen un flujo suficiente como para aceptar tintas densas como la Platinum Carbon Ink sin problemas, más allá de la mancha petrolífera que dejan en el plumín.
La Grandée de Urushi es una pluma fina y alargada, pero consistente, pesando 26 gramos, y creo que debe ser latón lo que sirve de soporte a la laca. En el caso de la Custom, está fabricada en resina, y es más ligera (16 gramos). Abiertas, ambas están muy cerca de los 12,5 cm.
Me hace especial gracia el clip de la Custom. A principios del siglo 20, algunas estilográficas de Waterman y alguna otra marca francesa y americana, daban al respiradero del plumín la forma del vano de una cerradura. En este caso, parece que dieron tal forma al recorte del clip entero. Me gustó mucho cuando la vi, y aún ahora me hace gracia.
También me percaté de que, como en Sailor, acabo prefiriendo las plumas vintage a las actuales, especialmente el tramo de finales de los 70 y principios de los 80. Curiosamente, también pertenecen la mayoría (3) a la serie Grandée, aunque aquí solo pondré dos de ellas. Estuve tentado de incluir una Dunhill-Namiki, porque lleva el mismo plumín que la Bamboo y además utiliza los cartuchos de la marca, pero creo que mejor en otro momento.
Las plumas que salieron en la operación veraniega no fueron pocas, pero, como suele suceder, entraron nuevas en una ratio muy próxima al 1:1.
Ahora mismo, conservo 6 viudas Pilot, y ya que las tenía aseadas y clasificadas, aproveché para sacarles unas fotos que poner en el foro a cinco de ellas. Todas son plumas que entran en rotación con frecuencia, porque escriben espectacularmente bien (quizás la Capless moderna es la que tiene peor comportamiento). Hace tiempo que llegué a la conclusión de que, si te gustan los puntos finos, en las Sailor, Platinum, y Pilot está tu habitat, y en modernas me quedo sólo con Platinum. De Sailor y Pilot prefiero los puntos antiguos.
En vez del orden cronológico, voy a ponerlas por orden alfabético, que es como mi ordenador organiza las fotos por defecto y lo mismo hace el host que utilizo, postimage.
La primera de las viudas es una Pilot Bamboo. También hay la versión de Namiki, pero sólo en acero. Ésta está fabricada en resina negra con remates rodiados. Es una pluma un tanto inusual, bastante lograda, y que cuyas evocadoras formas ratifican el nombre dado. La firma japonesa decidió dejar el diseño de esta pluma en manos de la francesa Juliette Bonnamour.
Me parece un diseño bastante logrado, destacando tres aspectos: El corte oblicuo de los extremos de cuerpo y capuchón; la sección entre el agarre y el cuerpo; y las dimensiones, que la hacen parecer grande pero es en realidad una pluma de tamaño contenido, intermedio. De hecho, pesa 33 gramos y mide 15 cm cerrada, pero abierta el peso se reduce un tercio y la pluma queda en una longitud de 13 centímetro que la hace manejable y cómoda.
Quizás una de las cosas que menos me gusta de la marca Pilot son sus cargadores. En esta ocasión, la propia pluma venía con un con-70.
El plumín me gusta especialmente. Es un número 10. Algunos opinan que un 15 no le vendría mal, pero a mí me parece un tamaño adecuado para escribir con la pluma en cualquier inclinación. Me hace mucha gracia el reborde "frosted", y si tenemos en cuenta que el propio grabado de los plumiens Pilot tiene ya de por sí un toque vegetal, para mi gusto le va que ni pintado.
Las siguientes van juntas, porque corresponden a distintas épocas pero se trata del mismo invento. Sólo tres años separan a estas hermanas. Una Capless Stealth de finales de los 90 y una Capless en laca negra y remates dorados del 2001. Lo cierto es que el modelo viejo parece muy similar al actual puestas una al lado de la otra, pero las diferencias son en realidad bastante grandes. De longitud, en posición de reposo, la moderna es casi medio cm más larga (14cm) que el modelo antiguo (13,6cm). Pero en peso, la moderna pesa casi el doble que su antecesora (31 gramos de la moderna frente a los 18 del modelo antiguo). En cuanto al plumín, es el mismo. Más adelante se pondrían a estas plumas plumines de 18k, pero en un principio, y durante décadas, llevaron unos de 14k, más flexibles cuanto más antiguos. En esta comparativa, el Namiki, sin llegar a ser semiflexible, puede duplicar su trazo con facilidad.
Las dos que restan son unas plumas del 79 una y del 85 la otra, por lo que, aún perteneciendo ambas a la serie Grandée, son muy distintas. Claro que también influye el hecho de que una sea una Custom y la otra una Urushi, que, como su nombre indica, está lacada con dicho material.
Los plumines de ambas son sensacionales. Los plumines F modernos de Pilot me resultan un poco escasos de flujo, quizás porque ahora tiende a utilizarse un papel más barato y poroso, y en esas circunstancias tienden a ramificar menos cuanto más finas y secas son. Estos dos plumines, ambos de punto Fino, son jugosos, y mucho más parecidos a un EF europeo. Tienen un flujo suficiente como para aceptar tintas densas como la Platinum Carbon Ink sin problemas, más allá de la mancha petrolífera que dejan en el plumín.
La Grandée de Urushi es una pluma fina y alargada, pero consistente, pesando 26 gramos, y creo que debe ser latón lo que sirve de soporte a la laca. En el caso de la Custom, está fabricada en resina, y es más ligera (16 gramos). Abiertas, ambas están muy cerca de los 12,5 cm.
Me hace especial gracia el clip de la Custom. A principios del siglo 20, algunas estilográficas de Waterman y alguna otra marca francesa y americana, daban al respiradero del plumín la forma del vano de una cerradura. En este caso, parece que dieron tal forma al recorte del clip entero. Me gustó mucho cuando la vi, y aún ahora me hace gracia.
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