argilag
De la casa
Sin verificar
SE LLEVA LO RETRO
Tocadiscos: la vuelta del sonido analógico
Las gafas de pasta, los teléfonos fijos de marcación por pulsos –la ruleta de toda la vida-, la mítica furgoneta Volkswagen o los estampados psicodélicos. Lo retro se lleva y se impone en moda, decoración y también en la cultura. En una era en lo que lo digital ha cambiado todas nuestras rutinas –de trabajo, de comunicarnos y relacionarnos, de divertirnos- se da una paradoja contraria y es, precisamente, la mitificación de objetos cotidianos que casi todos todavía recordamos en casas de nuestros padres y abuelos cuando éramos niños.
Escena de Mad Men
Hace unos años la clásica instantánea polaroid se convirtió en la cámara más cool de todo seguidor de tendencias que se preciara. Hasta tal punto que se creó una campaña en redes sociales y websites para que la marca, que había dejado de fabricarlas y que estaba a punto dejar de distribuir sus carretes, las relanzara de nuevo. Dicho y hecho.
La fiebre viene ahora por los tocadiscos y los vinilos. Es curioso observar los debates paralelos entre los que confirman la definitiva muerte del cd y los que reivindican la vuelta de los discos tradicionales como el mejor formato para escuchar música –que podría catalogarse como el “abuelo” del cd y el “padre” de la cinta de cassette-.
Tocadiscos, de Reloop
Los fabricantes, que han de estar ojo avizor en un sector que cada vez se mueve más con las modas, no lo han dudado y han vuelto a lanzar algunos de sus modelos más míticos de tocadiscos aunque, eso sí, adaptados a hoy. Es decir, el sonido es el mismo, con ese toque inconfundible de la aguja sobre el disco, pero con la posibilidad de hacer copias de seguridad y grabar la música de antiguos vinilos en formato digital.
Lo mismo con las compañías discográficas que, aunque andan un poco perdidas en estos tiempos, no se les ha escapado la opción de lanzar ediciones limitadas de grandes éxitos en su formato original. Incluso, los grupos actuales editan sus nuevos trabajos en este formato para sus fans más mitómanos.
Los que tengan un tocadiscos en casa, ya pueden ir desempolvándolo, porque convertirán sus fiestas en los guateques más trendys de todo el barrio. Y para los que quieran hacerse con uno y rememorar los happy sixties, echen un vistazo a la oferta de la marca alemana Reloop, dedicada sobre todo a mesas de mezclas pero que este año ha lanzado varios modelos muy interesantes –RP 1.000, 2.000 y 4.000-, por su atractiva estética que recuerda a los originales y porque tienen las ventajas de los clásicos tocadiscos además de poder hacer nuestros primeros pinitos como dj. Ahora sólo falta decidir quién traerá el ponche.
expansion.com
Normal que vuelva el tocadiscos, el cd es frio y no tiene el encanto del vinilo. Recuerdo cuando esperaba los discos de Discoplay en correos hace años. Eso si era una experiencia, buscarlo, recogerlo, ir a casa, sacarlo de la funda, enchufar el tocadiscos, amplificador ponerlo en el plato, aguja y ese ""creccc creccc repiqueteando"" y el sonido cuando salia por los altavoces.. Ayyyyyyyyyy que tiempos, en fin, todo pasa.
Ponías el disco y te pasabas escuchándolo en el sofá mirando las canciones, portada, letras, créditos... todo te lo sabias.
Después vino el cd y fuera vinilos, pero ya no fue lo mismo. No tiene ese calor, pero suena bien, demasiado perfecto.
Y de los mp3 ni hablo, te bajas tantos que no sabes ni lo que escuchas.
Allí están mis Lp´s guardados en una estantería con su funda individual de plástico. A veces voy a verlos.
Tocadiscos: la vuelta del sonido analógico
Las gafas de pasta, los teléfonos fijos de marcación por pulsos –la ruleta de toda la vida-, la mítica furgoneta Volkswagen o los estampados psicodélicos. Lo retro se lleva y se impone en moda, decoración y también en la cultura. En una era en lo que lo digital ha cambiado todas nuestras rutinas –de trabajo, de comunicarnos y relacionarnos, de divertirnos- se da una paradoja contraria y es, precisamente, la mitificación de objetos cotidianos que casi todos todavía recordamos en casas de nuestros padres y abuelos cuando éramos niños.
Hace unos años la clásica instantánea polaroid se convirtió en la cámara más cool de todo seguidor de tendencias que se preciara. Hasta tal punto que se creó una campaña en redes sociales y websites para que la marca, que había dejado de fabricarlas y que estaba a punto dejar de distribuir sus carretes, las relanzara de nuevo. Dicho y hecho.
La fiebre viene ahora por los tocadiscos y los vinilos. Es curioso observar los debates paralelos entre los que confirman la definitiva muerte del cd y los que reivindican la vuelta de los discos tradicionales como el mejor formato para escuchar música –que podría catalogarse como el “abuelo” del cd y el “padre” de la cinta de cassette-.
Tocadiscos, de Reloop
Los fabricantes, que han de estar ojo avizor en un sector que cada vez se mueve más con las modas, no lo han dudado y han vuelto a lanzar algunos de sus modelos más míticos de tocadiscos aunque, eso sí, adaptados a hoy. Es decir, el sonido es el mismo, con ese toque inconfundible de la aguja sobre el disco, pero con la posibilidad de hacer copias de seguridad y grabar la música de antiguos vinilos en formato digital.
Lo mismo con las compañías discográficas que, aunque andan un poco perdidas en estos tiempos, no se les ha escapado la opción de lanzar ediciones limitadas de grandes éxitos en su formato original. Incluso, los grupos actuales editan sus nuevos trabajos en este formato para sus fans más mitómanos.
Los que tengan un tocadiscos en casa, ya pueden ir desempolvándolo, porque convertirán sus fiestas en los guateques más trendys de todo el barrio. Y para los que quieran hacerse con uno y rememorar los happy sixties, echen un vistazo a la oferta de la marca alemana Reloop, dedicada sobre todo a mesas de mezclas pero que este año ha lanzado varios modelos muy interesantes –RP 1.000, 2.000 y 4.000-, por su atractiva estética que recuerda a los originales y porque tienen las ventajas de los clásicos tocadiscos además de poder hacer nuestros primeros pinitos como dj. Ahora sólo falta decidir quién traerá el ponche.
expansion.com
Normal que vuelva el tocadiscos, el cd es frio y no tiene el encanto del vinilo. Recuerdo cuando esperaba los discos de Discoplay en correos hace años. Eso si era una experiencia, buscarlo, recogerlo, ir a casa, sacarlo de la funda, enchufar el tocadiscos, amplificador ponerlo en el plato, aguja y ese ""creccc creccc repiqueteando"" y el sonido cuando salia por los altavoces.. Ayyyyyyyyyy que tiempos, en fin, todo pasa.
Ponías el disco y te pasabas escuchándolo en el sofá mirando las canciones, portada, letras, créditos... todo te lo sabias.
Después vino el cd y fuera vinilos, pero ya no fue lo mismo. No tiene ese calor, pero suena bien, demasiado perfecto.
Y de los mp3 ni hablo, te bajas tantos que no sabes ni lo que escuchas.
Allí están mis Lp´s guardados en una estantería con su funda individual de plástico. A veces voy a verlos.