Goldoff
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La colección Patrimony Traditionnelle se inspira en la estética de algunos de los modelos históricos más exquisitos de Vacheron Constantin. Además de lucir un estilo de una sobriedad estudiada, la colección simboliza algunos valores venerados por los amantes de la alta relojería. Cualquier entendido en relojería sabrá apreciar los detalles más selectos de la «reserva especial» de relojes de la manufactura: el bisel fino, el contorno estriado del fondo de cristal de zafiro atornillado, las horas índices trapezoidales perfectamente pulidas —dobles a las 6 y a las 12—, las agujas dauphine, las esferas plateadas de distintos tonos, la caja escalonada con asas soldadas y la carrura de líneas bien definidas. La interpretación actual de la estética clásica de la colección Patrimony Traditionnelle nos recuerda que tradición y modernidad conviven con naturalidad en Vacheron Constantin.
De todos los relojes de gran complicación que Vacheron Constantin presentó en el Salon International de la Haute Horlogerie (SIHH) de 2010, el modelo Patrimony Traditionnelle «Calibre 2253» de la Collection Excellence Platine es el más extraordinario. Además del escape de tourbillon, dispone de complicaciones astronómicas como el calendario perpetuo, las horas de la salida y la puesta del Sol y la ecuación del tiempo, y su reserva de marcha es excepcional: nada menos que 14 días. Se trata de una serie limitada de 10 relojes, con sus respectivos números de serie.
Vacheron Constantin presentó el reloj Saint-Gervais en 2005, en conmemoración de su 250º aniversario. La excepcional reserva de marcha de 250 horas de que gozaba su movimiento tourbillon de calibre 2250 con calendario perpetuo se debía a sus cuatro barriletes. La experiencia adquirida en la fabricación del calibre 2250 se ha puesto en práctica en el desarrollo del calibre 2253. El nuevo movimiento ha sacado provecho de las técnicas más modernas empleadas por los técnicos, ingenieros y relojeros de la manufactura.
Si bien es cierto que su complejidad mecánica es mayor, el calibre 2253 disfruta de una reserva de marcha impresionante —336 horas o 14 días aproximadamente—, obtenida de sus cuatro barriletes, acoplados de dos en dos. La reserva de marcha se puede ver a través del fondo de cristal de zafiro.
Su funcionamiento depende de la leva de ecuación, un óvalo ahusado en forma de 8, que se determina a partir de la declinación diaria del Sol, observada desde un punto determinado. La leva da una vuelta al año, y una aguja indica la ecuación del tiempo entre las 10 y las 11 horas de la esfera.
Otra función muy poco frecuente: las horas a las que el Sol sale y se pone durante el año en una localidad determinada. Esta delicada complicación también depende de una leva, cuyo perfil se define a partir de la latitud de la localidad, y pone de manifiesto tanto la destreza de los ingenieros y relojeros de la manufactura como la atención que Vacheron Constantin dedica a sus clientes, quienes pueden elegir el lugar de las salidas y las puestas del Sol. En este sentido, se trata de una complicación personalizada, cuyas indicaciones están dispuestas simétricamente en la esfera, a las 8 y a las 4.
Obviamente el calibre 2253 es acrredor al punzón de Ginebra, y el acabado del fino puente del tourbillon es un ejemplo, entre muchos otros. Primero se redondea la parte superior de la barra de acero rectangular con una lima para darle brillo y una forma cónica y semicilíndrica. La combadura respeta la forma del puente, desde el centro hasta los extremos alados. A continuación, se alisa y se pule la superficie con una serie de piedras y pastas abrasivas para después pulimentarla hasta obtener un acabado perfectamente pulido. De acuerdo con los requisitos de acabado de Vacheron Constantin, todo el proceso se lleva a cabo a mano y supone alrededor de 11 horas de trabajo, además de una garantía de la idoneidad del acabado del movimiento.
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