swiss-made
De la casa
Sin verificar
Hola, amigos. Dadle al play...
Algunos de vosotros sabéis desde hace tiempo cuál es mi reloj predilecto: Patek Philippe 10 Days Tourbillon.
Para mí este guardatiempos es un reloj fetiche. Puede haberlos mejores, pero ningún reloj es este reloj sino él mismo. Y sé que jamás podré tenerlo, pero todo se lo perdono. Creo que es más mío, si lo pienso y lo redibujo en mi memoria, que de cualquiera de sus propietarios si no le dedican la devoción a la que yo me aplico en mis noches de insomnio.
La caja de platino es estilo art-déco. Su tamaño es modesto, como debe ser en un reloj clásico de vestir y está fijada por un diamante situado a las 6.
Me gusta su discreta manera de llevar un tourbillon, sólo visible a través del fondo visto del reloj.
La reserva de marcha de diez días me quita el sueño. La indicación de reserva de marcha en la esfera aporta un pequeño rasgo de desenfado al reloj por medio de esa mínima pincelada roja.
Tan poderosa reserva de marcha es debida a un doble barrilete. El más grande, que acumula energía por la acción de remonte manual del propietario del reloj, transfiere a su vez energía al barrilete más pequeño. El calibre manufactura de este reloj presenta soluciones técnicas muy interesantes. El movimiento respeta los más altos estándares de calidad. El Sello del Punzón de Ginebra es visible a través del fondo visto del reloj.
Debido a la disposición y el espacio que ocupan los dos barriletes y la jaula del tourbillon, fue necesario ubicar el tren de ruedas del movimiento bajo el dial. En esta foto se ve cómo dos ruedas se montan sobre el mismo eje. Una forma muy sagaz de ahorrar espacio.
La correa del reloj, entre las patas de la caja y por detrás, presenta una pequeña hendidura para permitir el acceso directo a una chaveta que posibilita la extracción fácil del pasador y, por tanto, el cambio de correa sin riesgo de rayar la caja del guardatiempos.
Es un Patek Philippe y debería bastar con sólo este argumento. Pero es mi Patek Philippe. El reloj concreto por el que lloro mi suerte.
Feliz domingo.
swiss
Fuentes: PuristSPro y timezone.
Algunos de vosotros sabéis desde hace tiempo cuál es mi reloj predilecto: Patek Philippe 10 Days Tourbillon.
Para mí este guardatiempos es un reloj fetiche. Puede haberlos mejores, pero ningún reloj es este reloj sino él mismo. Y sé que jamás podré tenerlo, pero todo se lo perdono. Creo que es más mío, si lo pienso y lo redibujo en mi memoria, que de cualquiera de sus propietarios si no le dedican la devoción a la que yo me aplico en mis noches de insomnio.
La caja de platino es estilo art-déco. Su tamaño es modesto, como debe ser en un reloj clásico de vestir y está fijada por un diamante situado a las 6.
Me gusta su discreta manera de llevar un tourbillon, sólo visible a través del fondo visto del reloj.
La reserva de marcha de diez días me quita el sueño. La indicación de reserva de marcha en la esfera aporta un pequeño rasgo de desenfado al reloj por medio de esa mínima pincelada roja.
Tan poderosa reserva de marcha es debida a un doble barrilete. El más grande, que acumula energía por la acción de remonte manual del propietario del reloj, transfiere a su vez energía al barrilete más pequeño. El calibre manufactura de este reloj presenta soluciones técnicas muy interesantes. El movimiento respeta los más altos estándares de calidad. El Sello del Punzón de Ginebra es visible a través del fondo visto del reloj.
Debido a la disposición y el espacio que ocupan los dos barriletes y la jaula del tourbillon, fue necesario ubicar el tren de ruedas del movimiento bajo el dial. En esta foto se ve cómo dos ruedas se montan sobre el mismo eje. Una forma muy sagaz de ahorrar espacio.
La correa del reloj, entre las patas de la caja y por detrás, presenta una pequeña hendidura para permitir el acceso directo a una chaveta que posibilita la extracción fácil del pasador y, por tanto, el cambio de correa sin riesgo de rayar la caja del guardatiempos.
Es un Patek Philippe y debería bastar con sólo este argumento. Pero es mi Patek Philippe. El reloj concreto por el que lloro mi suerte.
Feliz domingo.
swiss
Fuentes: PuristSPro y timezone.
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. En todo caso un orgullo que este símbolo tan esencial de nuestra historia se asocie a una marca de tanto prestigio y excelencia.